El candidato republicano hizo un llamado a los partidarios de portar armas para “hacer algo” para detener a su contrincante a la Casa Blanca.
El candidato presidencial republicano Donald Trump acusó este miércoles a la prensa de tergiversar sus palabras, después de desatar la polémica en Estados Unidos al sugerir que los estadounidenses pro armas podrían frenar a su rival, la demócrata Hillary Clinton. Lo que se interpretó como la posibilidad de dispararle a Clinton.
Los dichos de Trump se realizaron el martes 9 de agosto en un mitin en Wilmington. En la oportunidad, el magnate advirtió que si Clinton gana las presidenciales, nombrará jueces progresistas anti armas para el Tribunal Supremo, logrando abolir la Segunda Enmienda que permite a los ciudadanos portar armas. “Hillary quiere básicamente abolir la Segunda Enmienda. Por cierto, si ella llega a elegir jueces, no hay nada que ustedes puedan hacer. Aunque la gente defensora de la Segunda Enmienda sí podría hacer algo, no lo sé”, fueron las palabras del candidato republicano.
Como ya es costumbre, Trump utilizó la red social Twitter para aclarar sus palabras. “Los medios están desesperados por distraer sobre la posición anti Segunda Enmienda de Clinton. Lo que dije es que los ciudadanos partidarios de la Segunda Enmienda deben organizarse y salir a votar para salvar a nuestra Constitución”, escribió en su cuenta.
Amenaza disfrazada. A pesar de la aclaración, la campaña de Clinton, políticos demócratas y muchos medios estadounidenses interpretaron las confusas declaraciones de Donald Trump como un llamado a la violencia contra su adversaria política.
Una de las reacciones más contundentes provino del exdirector de la CIA, el general retirado Michael Hayden, quien recalcó que “si otra persona hubiera dicho eso fuera del salón, estaría en la parte de atrás de una furgoneta de policía ahora con el Servicio Secreto siendo interrogado”.
De este modo, y a menos de cien días de las elecciones, los insólitos comentarios de Trump vuelven a agitar una campaña cargada de ataques y controversias que, en otras ocasiones, hubiesen acabado con las posibilidades electorales del candidato.