El titular del sindicato gastronómico, Luis Barrionuevo, negó cualquier vínculo con los fondos especulativos que litigan contra el Estado argentino en tribunales estadounidenses y acusó al jefe de gabinete argentino de ser un "pelotudo" (imbécil)
Buenos Aires. El gobierno argentino y los sindicatos opositores convocantes a una huelga general el próximo jueves cruzaron este lunes duras acusaciones a través de los medios de comunicación.
En rueda de prensa, el jefe de Gabinete argentino, Jorge Capitanich, acusó a los gremios enfrentados al gobierno de "estar financiados y bancados (respaldados) por los fondos buitre".
"Argentina tiene una clara división, nunca ha tenido tan clara división respecto al rol de los sindicatos, los partidos políticos opositores y los medios de comunicación", dijo Capitanich, quien aseguró que los tres grupos "están en defensa de los intereses extranjeros de los fondos buitre".
El titular del sindicato gastronómico, Luis Barrionuevo, negó cualquier vínculo con los fondos especulativos que litigan contra el Estado argentino en tribunales estadounidenses y acusó a Capitanich de ser un "pelotudo" (imbécil) que sale todas las mañanas ante los medios "y dice estupideces".
"Los buitres salen de Santa Cruz", dijo el líder sindical en radio Mitre, en referencia a la provincia patagónica de la que era originario el expresidente Néstor Kirchner y donde tiene fijada la residencia su viuda y sucesora en el cargo, Cristina Fernández.
Barrionuevo sostuvo que el Ejecutivo de Fernández "no tiene rumbo ni destino" y consideró que cualquier otro gobierno "reaccionaría distinto" ante las reivindicaciones sindicales y "haría una convocatoria" en lugar de "atacar al empresariado y no dar respuesta".
"Pelotudeces (estupideces) no contestamos. Contestar eso es entrar al juego que propone el jefe de Gabinete", señaló el líder del sindicato de maquinistas ferroviarios, Omar Maturano.
En las últimas horas, los trabajadores de hospitales públicos argentinos decidieron sumarse al paro general, mientras que está previsto que el sindicato que aglutina a los conductores de autobuses tome una decisión esta tarde.
Tres de las cinco centrales obreras argentinas han convocado a una huelga de 24 horas para el próximo 28 de agosto en protesta por la caída de los salarios frente a la inflación y el aumento de la incertidumbre laboral.