Wikileaks irrumpió en la escena mundial en 2010 cuando colaboró con organizaciones de medios para dar a conocer cables diplomáticos del Departamento de Estado estadounidense. La filtración abrió un debate global sobre los límites del periodismo y la transparencia.
Naciones Unidas. Ecuador espera que el interrogatorio al que será sometido en octubre el fundador de Wikileaks, Julian Assange, refugiado en su embajada en Londres desde 2012, marque el "principio del fin" del estancamiento legal sobre el caso, dijo el canciller del país sudamericano.
Wikileaks irrumpió en la escena mundial en 2010 cuando colaboró con organizaciones de medios para dar a conocer cables diplomáticos del Departamento de Estado estadounidense. La filtración abrió un debate global sobre los límites del periodismo y la transparencia.
Un tribunal de apelaciones de Suecia confirmó la semana pasada confirmó una orden de arresto contra Assange, despejando el camino para que sea interrogado en la embajada de Ecuador en Londres el 17 de octubre.
"Esperamos que el interrogatorio en octubre pueda poner fin a lo que es una situación bastante mala para el señor Assange", dijo a Reuters el canciller Guillaume Long en el marco de la Asamblea General de Naciones Unidas.
"Esperamos que sea el principio del fin de la difícil situación de Julian Assange. Él es bienvenido a quedarse con nosotros, pero sabemos que no es la solución al problema", agregó.
Assange, de 45 años, es pedido por Suecia para ser interrogado por acusaciones sobre una supuesta violación ocurrida en 2010.
El australiano, que evitó una posible extradición al país escandinavo al refugiarse en la embajada de Ecuador en Londres, dice que teme aún más una extradición a Estados Unidos, donde está siendo investigado por las actividades de Wikileaks.
"El temor sobre la persecución política se deriva del hecho de que no hemos recibido garantías de que no será extraditado a un tercer país", dijo Long.
"La amenaza de la persecución política es todavía un hecho y subsisten los motivos para concederle a Assange el asilo. No tenemos ninguna intención de quitarle este asilo", sostuvo el canciller ecuatoriano, que agregó que el "status quo" no es satisfactorio desde el punto de vista de la salud de Assange.
Long, en tanto, no quiso revelar cuánto le costaba a Ecuador mantener a Assange.
"No tengo la cifra exacta, pero para Ecuador es sin duda un costo mucho menor que el le está costando a las autoridades británicas tener la embajada ecuatoriana bajo un estado de sitio durante cuatro años", sostuvo.
