El 15 de agosto de este año se registró un accidente durante un vuelo de comprobación de una aeronave de combate adquirida por la fuerza aérea ecuatoriana a Sudáfrica.
El proceso de recepción de los doce aviones Cheetah para la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) continúa suspendido hasta que concluya la investigación del accidente de una de las aeronaves adquiridas a Sudáfrica por US$79,5 millones.
El 15 de agosto de este año se registró un accidente en la Base Aérea de Taura durante un vuelo de comprobación de una de las tres primeras aeronaves que llegaron al país a finales de mayo. El piloto, Galo Álvarez, resultó herido por una explosión del asiento eyector.
El ministro de Defensa, Javier Ponce, señaló este jueves que la recepción está parada hasta que se obtenga toda la información técnica que permita aclarar el origen del problema en la aeronave.
“Se sabe ciertamente que el problema ocurrió al momento de armar el asiento, pero de todas maneras nosotros no nos hemos quedado con esa versión. Esperamos que hasta mediados o fines de octubre tengamos el informe completo de la comisión mixta entre la empresa sudafricana (Denel Aviation) y la FAE”.
Estas declaraciones las realizó el ministro tras inaugurar el taller ‘Desafíos en el manejo de crisis en operaciones de paz’ en el marco del Plan de Acción del Consejo de Defensa Sudamericano de la Unasur en Quito.
Ponce descartó que el accidente del Cheetah obedezca a una falla estructural de la aeronave. En ese marco defendió la adquisición de la flota que fue desactivada por la Fuerza Aérea Sudafricana en el 2008.
“Son aviones que están en buenas condiciones, han sido repotenciados, los hemos seleccionado entre otras alternativas, incluso una española. Tienen una capacidad que permite responder a las necesidades, sobre todo de entrenamiento en el país para los próximos seis o siete años”, comentó.
Sin capacidad para adquirir 12 unidades. El titular de Defensa, tras admitir que los Cheetah son las únicas aeronaves que operarían en la región, manifestó que el país no está en capacidad de comprar doce aviones de combate de última generación, porque demanda una inversión superior a los US$1.200 millones.
Respecto a las negociaciones del acuerdo técnico-militar que el ministerio de Defensa negocia con Rusia aclaró que no incluye la compra de armas, porque la Constitución prohíbe realizar créditos para material bélico.
“Lo que estamos comprando son camiones, vehículos blindados para operaciones ligeras, cuatro helicópteros MI”.
El contrato aún no ha sido firmado y, según Ponce, probablemente se concrete en diciembre. Las negociaciones con Rusia incluye un préstamo de US$200 millones.