El subsecretario de Comunicación, Fernando Alvarado, acusó a la prensa argentina de descontextualizar las declaraciones del mandatario ecuatoriano en torno al atentado a la AMIA en Buenos Aires en 1994 y su relación con Irán.

Quito, Andes. La prensa privada argentina inició un escándalo después de descontextualizar las declaraciones del presidente ecuatoriano Rafael Correa a la periodista Débora Plager, de la cadena C5N.

En dichas declaraciones, el jefe de Estado manifestó su profundo respeto y comprensión por el impase que mantienen Argentina e Irán por el atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), en el que fallecieron 85 residentes argentinos y en el que, supuestamente, actuaron ciudadanos iraníes.

Los medios privados de la Argentina omitieron deliberadamente las palabras anteriores del mandatario y solo tomaron la parte en que él compara el número de fallecidos en los bombardeos de la OTAN a Libia con el caso de la AMIA. Lo que la prensa mercantil no dijo es que Rafael Correa afirmó conocer el caso y reconoció el dolor que este trajo al pueblo argentino.

Tras afirmar eso, el presidente llama a discriminar de dónde viene la información y las adjetivaciones sobre lo que es o no peligroso. “Yo entiendo el caso argentino, lo respeto muchísimo, pero en general –a nivel mundial- (la versión viene) por los países hegemónicos y cierta prensa en función de esos intereses”, aseguró Correa.

Antes de que esto suceda, cuando la periodista afirma –sin ninguna prueba ni argumento- que Irán es una amenaza para el mundo, el presidente Correa le responde que “para algunos países, Irán puede ser peligroso”. “Para ciertos países del mundo, para los que manejan la información. Porque yo no considero para nosotros a Irán como una amenaza”, dijo el mandatario.

El mandatario denunció la doble moral con la que se tratan los asuntos de la geopolítica y criticó la visión hegemónica proveniente de los EE.UU. a través de la prensa de ultraderecha. “¿A usted le consta que (las armas) son para destrucción masiva? (…) Ellos dicen que tienen fines pacíficos. ¿Por qué no tengo que creerle a Irán”, preguntó el mandatario, sin obtener respuesta de la periodista.

Estas notas descontextualizadas aparecieron en algunos medios internacionales y locales. Ante ellas, la Secretaría de Comunicación del Ecuador aseguró en una misiva que “El tema, evidentemente publicado fuera de contexto y deformado en las reproducciones ulteriores, ha sido propalado a tal velocidad que no se ha detenido en el debido análisis o la necesaria reflexión que merezca una eventual precisión”.

“La declaración en la entrevista concedida a la periodista Débora Plager giró en torno a los cuestionamientos que ella hacía a Ecuador sobre las relaciones con Irán más no a justificar y peor aún minimizar un atentado terrorista doloroso y cruel para familias judías y argentinas como se demuestra en la grabación original”, agrega la comunicación oficial.

Esa cartera de Estado hizo esa referencia “por el profundo respeto al pueblo argentino y por defensa a ultranza de la ética y la verdad, principios inquebrantables que marcan al Gobierno del Ecuador”.

Finalmente, el subsecretario de Comunicación, Fernando Alvarado –quien firma la misiva-, hizo un llamado para “cesen ciertas reproducciones infundadas y tergiversaciones interesadas en escandalizar ya que en nada aportan con la paz social que buscan nuestros pueblos”.