El actual presidente de la Asamblea, el oficialista Fernando Cordero, fue reelecto en una rápida y accidentada sesión con 63 votos de los 124 asambleístas presentes.
Quito. El grupo político del presidente ecuatoriano, Rafael Correa, retuvo el domingo la jefatura de la Asamblea Nacional, lo que le permitirá avanzar fácilmente en la aprobación de polémicas reformas criticadas por la oposición.
El actual presidente de la Asamblea, el oficialista Fernando Cordero, fue reelecto en una rápida y accidentada sesión con 63 votos de los 124 asambleístas presentes.
Con Cordero, un arquitecto muy cercano al mandatario, en la presidencia de la Legislatura el Gobierno afianza el camino para la aprobación de leyes claves que le permitan avanzar en si proyecto socialista para la nación andina.
"El arquitecto Fernando Cordero ha sido electo presidente de la Asamblea Nacional hasta mayo del 2013", dijo el secretario del poder legislativo, Andrés Segovia, tras realizar una segunda votación.
El oficialismo logró retener la presidente del Legislativo, pese a que cuenta con 52 curules, que no le da una mayoría, pero alianzas con otros movimientos afines a Correa e independientes permitieron obtener el apoyo a la jefatura legislativa.
Cordero asumió el cargo en medio de pedidos de la oposición de una disolución de la Asamblea y nuevas elecciones generales, incluidas las presidenciales, acusando al oficialismo de actitudes dictatoriales para acumular todos los poderes.
"No puede seguir la Asamblea Nacional postrada. No se puede tener en cuenta sólo las propuestas del Ejecutivo", dijo el asambleístas Andrés Páez, del opositor partido Izquierda Democrática.
La Asamblea ecuatoriana en este nuevo periodo de funciones someterá a votación reformas legales para cambiar las reglas del sistema de justicia y una polémica ley de comunicación, que creará un ente regulador de contenidos de medios y sancionará a los periodistas en caso de responsabilidad ulterior.
El oficialismo y la oposición no lograron los votos necesarios para designar a los vicepresidentes.
La elección de las autoridades de la Asamblea se realizan en momentos en que Correa impulsa una reestructuración total de la justicia a cargo de un ente temporal con mayoría oficialista, lo que según analistas, resultaría peligroso para la democracia del país sudamericano.
El presidente, con altos niveles de popularidad, amenazó la víspera con recurrir a la disolución de la Asamblea -una facultad que le da la Constitución en caso de que exista obstrucción para gobernar- si los resultados al interior de la Asamblea le eran adversos.
"¡Vencimos! los traidores serán olvidados muy fácilmente", escribió Correa en su cuenta de Twitter tras la reelección de Cordero.