Así lo aseguró este martes el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, que admitió que el escándalo en el que se vio envuelto el embajador Rodrigo Riofrío pudo lastimar la relación bilateral, que pasa por uno de sus mejores momentos.
Quito, EFE. Los gobiernos de Ecuador y Perú, cuyas 0relaciones se vieron sobresaltadas por un incidente que involucró al embajador ecuatoriano en Lima, Rodrigo Riofrío, trabajan para reanudar lo más pronto posible sus lazos diplomáticos.
Así lo aseguró es martes el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, que admitió que el escándalo en el que se vio envuelto Riofrío pudo lastimar la relación bilateral, que pasa por uno de sus mejores momentos.
Para "bajar la tensión", los dos gobiernos resolvieron retirar a sus embajadores, el ecuatoriano Riofrío y el peruano Javier León Olavarría, una medida con la que pretenden poner fin al escándalo mediático que generó el incidente.
Riofrío, un embajador de carrera y valorado en Quito por su gestión, mantuvo el pasado 21 de abril una discusión violenta con dos mujeres peruanas en un supermercado limeño.
Cristina Castro denunció a Riofrío de supuesta agresión y de haberla golpeado a ella y a su hija porque, según su relato, fueron atendidas antes que el diplomático.
Aunque la mujer luego admitió que su hija, mayor de edad, inició la pelea a golpes con un manotazo al embajador, el impacto de su relato trascendió en los medios y movilizó a una parte de la sociedad limeña en contra del embajador.
El gobierno peruano solicitó entonces el retiro de Riofrío y Ecuador envió a Lima a su vicecanciller, Marco Albuja, para que recabase información sobre el altercado.
De inmediato, el gobierno de Ecuador respaldó a Riofrío y dijo que las pruebas de vídeos y un parte policial confirmaban que él actuó en legítima defensa tras la agresión de las dos mujeres.
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, incluso dijo que si su embajador no podía volver a Lima, "con el dolor del alma", no permitiría que el peruano León Olavarría lo hiciera a Quito.
Ello generó reacciones en sectores políticos de Perú, que lamentaron que un incidente de este tipo pusiera a ambos gobiernos en una situación muy complicada.
La presidenta del Movimiento peruano Colectivo Alternativa Verde, Flor de María Hurtado, acogió la versión de las dos mujeres peruanas y denunció penalmente a Riofrío, aunque la Fiscalía peruana confirmó hoy que ellas también han sido acusadas por el incidente, sin dar más detalles.
El canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, en una rueda de prensa convocada hoy no quiso referirse a los procesos judiciales que se podían haber abierto en Lima y, más bien, prefirió referirse a las medidas que los dos países han impulsado para superar la situación y recomponer plenamente la relación bilateral.
Patiño explicó que se espera que ambos países designen a sus embajadores "lo más pronto posible" y que en el caso de su país se debe hacer porque valora "inmensamente la relación con Perú, muchísimo".
"Ojalá el Gobierno del Perú y el pueblo del Perú así lo entiendan, valoramos tremendamente la relación con el Gobierno y con el pueblo peruano y con las mujeres peruanas", agregó.
Indicó que ha tenido "muchas conversaciones telefónicas" con el canciller peruano, Rafael Roncagliolo, con quien mantiene "extraordinarias relaciones personales, políticas y diplomáticas".
"Nuestras relaciones con Perú, nosotros las entendemos, que siguen en el más alto nivel, así yo las percibo y confío y estoy seguro que Perú así lo considera", añadió Patiño.
También dijo intuir que el suceso "podía lastimar" la relación y "complicar" el funcionamiento de la legación diplomática ecuatoriana en Lima.
"Por eso, como una medida de precaución, de prudencia, resolvimos ambos países llamar a nuestros embajadores a consulta y después de eso (...), para que no haya ningún problema, ninguna fisura en nuestras relaciones creímos que lo mejor era mantenerlos en nuestros países y nombrar nuevos embajadores", remarcó Patiño.
El gobierno ecuatoriano ha expresado su esperanza de que esta misma semana quede solucionado el incidente diplomático ya que, según Correa, no es lógico que "un altercado en un supermercado afecten las extraordinarias relaciones entre Ecuador y Perú".