Los cambios propuestos por el mandatario Correa mediante un referendo y una consulta popular obtendrían -según los últimos sondeos- el apoyo de la mayoría de votantes, quienes esperan que con las reformas al sistema judicial se reduzcan los niveles de inseguridad y la delincuencia que azotan al país.
Quito. Los ecuatorianos acudían este sábado a las urnas para pronunciarse sobre unas polémicas reformas para reestructurar el sistema judicial y regular a los medios de comunicación, que según opositores le darían un mayor poder al presidente Rafael Correa.
Los cambios propuestos por el mandatario mediante un referendo y una consulta popular obtendrían -según los últimos sondeos- el apoyo de la mayoría de votantes, quienes esperan que con las reformas al sistema judicial se reduzcan los niveles de inseguridad y la delincuencia que azotan al país.
Dentro de las reformas se incluyen además una regulación para la actividad y contenidos de los medios de comunicación, la prohibición de juegos de azar y la muerte de animales en espectáculos públicos, entre otros.
Para la oposición, entre ellos el hermano mayor del mandatario, las reformas permitirían a Correa acumular poder peligrosamente y utilizarlo en contra de sus enemigos políticos, poniendo en riesgo la democracia de la nación.
"Se quiso decir que era totalitarismo consultar al pueblo ecuatoriano, totalitarismo es el Estado que hace las cosas a la fuerza. Nosotros lo hacemos en democracia, vamos a someternos a la voluntad del soberano", dijo Correa a canales públicos desde su domicilio a primera hora del sábado.
El profesor formado en Estados Unidos y Europa, busca con el referendo que un órgano transitorio integrado por el Ejecutivo, el Legislativo -donde tiene una mayoría- y un ente ciudadano afín reemplace a los jueces en un plazo de 18 meses, pues considera que son funcionarios "corruptos".
Además, quiere que la Asamblea Nacional apruebe una ley para crear un consejo regulador de contenidos de los medios, relacionados con violencia, y prohibir que sus dueños realicen inversiones ajenas a la actividad periodística.
"Los votantes probablemente aprueben el referendo del presidente Correa. Esto lo fortalecerá políticamente y aumentará su control sobre los medios de comunicación y el poder judicial", dijo la consultora de riesgo político Eurasia Group en un reporte.
Margen de indecisos. Esta es la quinta vez que los ecuatorianos acuden a las urnas desde que Correa asumió el cargo en enero del 2007 con la promesa de construir un Ecuador socialista.
Los centros de votación abrieron a las 7.00 hora local (1200 GMT) y recibirán electores hasta las 17.00 horas, cuando se espera que medios de comunicación difundan los primeros sondeos a boca de urna y horas después se divulgue un conteo rápido aplicado por el Consejo Nacional Electoral (CNE).
La campaña de Correa estuvo encaminada a demostrar "la corrupción" enquistada en el sistema judicial para justificar los cambios y a criticar a los medios de comunicación privados, a los que calificó como sus "mayores adversarios" porque buscan desestabilizar a su gobierno.
No obstante, los sondeos mostraban que en la víspera a la votación un amplio número de ecuatorianos estaban indecisos frente al complejo referendo.
La oposición, dispersa y débil, en cambio representó el voto de rechazo a los planes socialistas y la personalidad del mandatario, al que califican de "prepotente" y lo acusan de servirse de la infraestructura estatal para realizar proselitismo político.
"El presidente Correa tiene las de ganar. Ha sido esto un enfrentamiento entre David y Goliat", dijo Alberto Acosta, un ex aliado del mandatario, quien fue presidente de la Asamblea Constituyente y ministro de Petróleo.