Grupos que defienden los derechos de los refugiados señalan que este límite ignora la creciente crisis humanitaria alrededor del mundo que hace que cada vez más personas abandonen sus países.
Estados Unidos admitirá un máximo de 45.000 refugiados durante el año fiscal 2018, dijo el presidente Donald Trump en un memorando enviado al secretario de Estado Rex Tillerson dado a conocer el viernes por la Casa Blanca.
Grupos que defienden los derechos de los refugiados señalan que este límite ignora la creciente crisis humanitaria alrededor del mundo que hace que cada vez más personas abandonen sus países.
Pero el Gobierno de Trump sostiene que la rebaja de los permisos es necesaria para que los funcionarios puedan afrontar una cantidad cada vez mayor de personas que piden asilo en Estados Unidos.
La cifra es la mínima desde que fue aprobada la ley de refugiados en 1980. Desde entonces, el límite nunca fue menor a 67.000 personas y en los últimos años estuvo entre 70.000 y 80.000 anuales.
Para el año fiscal 2017, que termina el 30 de septiembre, el expresidente Barack Obama fijó un límite de 110.000 refugiados para establecerse de forma permanente en el país.
Tras asumir el cargo, Trump emitió un decreto bajando el número máximo a 50.000 personas, diciendo que una cifra mayor sería "perjudicial para los intereses de Estados Unidos".