La Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas y Explosivos realizó una solicitud de emergencia para que la Oficina de Administración y Presupuesto (OMB, por sus siglas en inglés) de la Casa Blanca apruebe las nuevas normativas.
Houston. La Casa Blanca está presionando por reglas que buscan demorar el flujo de armas a México, dijo este miércoles un funcionario de alto rango de Estados Unidos, a pesar del temor de los defensores del control de armas sobre que el gobierno de Obama podría dar pie atrás en el plan.
En un intento por detener el paso de armas a México, la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas y Explosivos dijo en diciembre que haría más rigurosos los requisitos de reporte a los distribuidores de armas de varios estados del sur del país cuando realicen ventas múltiples de armas semiautomáticas.
"Realmente creo que todos en el gobierno apoyan esto y estoy muy seguro de que lograremos hacerlo", dijo William Hoover, vicedirector interino de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas y Explosivos (ATF, por su siglas en inglés) en una entrevista.
Más de 34.000 personas han muerto en hechos de violencia relacionados al narcotráfico en México desde que el presidente Felipe Calderón asumió el poder a fines de 2006 y prometió aplastar a los poderosos carteles.
México ha aplicado múltiples restricciones a la posesión de armas, que sus cárteles del narcotráfico obtienen muchas de ellas en Estados Unidos y las envían ilegalmente al país.
La ATF realizó una solicitud de emergencia para que la Oficina de Administración y Presupuesto (OMB, por sus siglas en inglés) de la Casa Blanca apruebe las nuevas normas, a las que se opone el poderoso grupo a favor de las armas.
La OMB concluyó que la solicitud no correspondía a una consideración de emergencia, lo que habría permitido la aprobación de las nuevas normas en enero, y podrían pasar meses antes de que la oficina actúe, declaró.
La medida de la ATF exigiría que cerca de 8.500 distribuidores de armas de Arizona, California, Nuevo México y Texas reporten las ventas de dos o más fusiles semiautomáticos con cargadores desmontables a una misma persona en un lapso de cinco días.
La poderosa Asociación Nacional del Rifle, que defiende los derechos a la posesión de armas, acusó al gobierno de Obama de utilizar a los cárteles del narcotráfico mexicano como pretexto para imponer las normas a la venta de armas.
"Esta es sólo una excusa para iniciar un ardid para iniciar un nuevo registro de armas de fuego", dijo el vicepresidente ejecutivo de la NRA, Wayne LaPierre, en el sitio en internet del grupo.
Hoover negó que la ATF esté buscando crear un registro nacional, y dijo que los registros se mantendrían durante 24 meses y luego serían destruidos si no motivaban una investigación.
"Este tipo de armas se está moviendo ilegalmente a México y está matando personas. Nosotros queremos detenerlo", dijo Hoover.
El martes, agentes de aduana de Estados Unidos incautaron una ametralladora Browning calibre .30 montado en un trípode en el asiento trasero de un vehículo que se dirigía a México.
Funcionarios estadounidenses dicen que un río de armas de fuego fluye hacia el sur para los cárteles del narcotráfico que incluye fusiles Kalashnikov y AR-15 de alto poder, preferidos por los sicarios, y pistolas decorativas calibre .38 populares entre los líderes.
