Luego de una feroz contienda en Carolina del Sur, Mitt Romney y Newt Gingrich, llevaron su batalla a un escenario mayor cuando su campaña para postular a la presidencia estadounidense se trasladó a Florida.
Columbia, EE.UU. Luego de una feroz contienda en Carolina del Sur, los aspirantes republicanos a la cabeza de la carrera por la nominación, Mitt Romney y Newt Gingrich, llevaron este domingo su batalla a un escenario mayor cuando su campaña para postular a la presidencia estadounidense se trasladó a Florida.
Gingrich, ex jefe de la Cámara de Representantes, derrotó a Romney en las primarias de Carolina del Sur este sábado, lo que sugiere que la carrera por la candidatura republicana y el derecho a competir contra el presidente Barack Obama en las elecciones de noviembre podría durar unos meses más.
Florida será el mayor de los estados donde habrá primarias republicanas hasta el momento, por lo que representa desafíos logísticos y financieros que parecen dar la ventaja a la sólida campaña de Romney, la cual tiene una gran capacidad para recaudar fondos.
Pero Gingrich disfruta de un impulso tras ganar en Carolina del Sur con cerca de un 40% de los votos, seguido por Romney con un 28%.
Rick Santorum, ex senador estadounidense, quedó en tercer lugar con un 17% y el congresista Ron Paul se ubicó último con un 13%.
"Hemos probado aquí en Carolina del Sur que la gente (...) con ideas correctas dona mucho dinero", dijo Gingrich a sus partidarios tras su victoria en el estado conservador.
Luego de buenos desempeños en una serie de debates, Gingrich fue visto por los votantes de Carolina del Norte como el republicano con mayor oportunidad de vencer a Obama, un demócrata, en las elecciones del 6 de noviembre.
También rechazaron el mensaje de Romney, un multimillonario ex empresario, de que es el más adecuado para llegar a la Casa Blanca y apuntalar a la abatida economía estadounidense.
Romney y Gingrich, que se han criticado mutuamente sin piedad en una serie de negativos anuncios de televisión desde diciembre, se enfrentarán en un debate en Tampa, Florida, este lunes por la noche.
Romney y la polémica por los impuestos. Romney tuvo problemas para responder preguntas sobre sus finanzas personales en recientes debates y esta semana reconoció que sólo paga una tasa de impuestos de alrededor de un 15%, mucho menos que la mayoría de los trabajadores estadounidenses.
El ex gobernador de Massachusetts hasta ahora ha resistido los llamados de sus rivales, e incluso de su aliada de Nueva Jersey, la gobernadora Chris Christie, para que divulgue su declaración de impuestos.
A fin de dejar de lado la controversia por los impuestos, la campaña de Romney tiene un plan que llevará a cabo durante la semana próxima, dijo un funcionario republicano.
Eso es parte de una estrategia más agresiva en contra de Gingrich, un formidable orador que, sin embargo, tiene una carga personal y profesional que el equipo de Romney podría explotar.
Romney acusa a Gingrich de estar demasiado involucrado con la política de Washington.
"El presidente Obama no tiene experiencia dirigiendo un negocio y no tiene experiencia dirigiendo un Estado. Nuestro partido no puede obtener la victoria con alguien que tampoco ha dirigido un negocio ni un Estado", señaló Romney este sábado.
Romney sufrió un deterioro en su racha ganadora en Carolina de Sur luego de haber liderado los sondeos con 10 puntos de ventaja hace una semana.
En Florida posee nuevamente el liderazgo con un 40,5% de intención de voto frente al 22% Gingrich, de acuerdo a un sondeo de RealClearPolitics.com. Santorum, un conservador de Pensilvania se ubica en tercer puesto con un 15%.
Los equipos de campaña invierten al menos US$1 millón cada semana para llegar a los votantes en el estado del sur, de acuerdo a funcionarios locales.
Los aliados de Romney ya han gastado US$5 millones, en su mayoría en anuncios que critican a Gingrich.
Ningún otro candidato tiene una presencia significativa en Florida.