EE.UU. lanzó un nuevo intento por reconquistar a América Latina en una cumbre hemisférica en la que invitó a la región a trabajar de igual a igual, pero no dio su brazo a torcer al reclamo de un cambio de enfoque en la lucha contra el narcotráfico.
Estados Unidos lanzó un nuevo intento el sábado por reconquistar a América Latina en una cumbre hemisférica en la que invitó a la región a trabajar de igual a igual, pero no dio su brazo a torcer al reclamo de un cambio de enfoque en la lucha contra el narcotráfico que desangra desde Centroamérica hasta México.
Ese es uno de los temas candentes en la Cumbre de las Américas en la ciudad colombiana de Cartagena, donde algunos presidentes latinoamericanos plantearán analizar la legalización del consumo de drogas a Estados Unidos, que descuidó a sus vecinos en los últimos años y perdió influencia en la región a manos de China.
Pero el presidente estadounidense, Barack Obama, rechazó la idea de liberar el consumo, que impulsan países como México, Colombia o Guatemala como una opción para reducir un flagelo que deja miles de muertos por año en la región.
"Personalmente entiendo el costo del narcotráfico (...) es brutal", dijo Obama el sábado en un evento de la cumbre con empresarios junto al anfitrión, el presidente colombiano Juan Manuel Santos, y la presidenta brasileña, Dilma Rousseff.
"Somos conscientes de nuestras responsabilidades en el tema. Creo que es legítimo tener una discusión sobre el tema. Yo personalmente creo -y la perspectiva de mi administración es- que la legalización no es la respuesta (...) Creo que podría ser tan corruptor como el 'status quo", agregó.
Latinoamérica busca un rol mayor en la lucha contra las drogas por parte Estados Unidos, el principal consumidor de estupefacientes del mundo, desde frenar el tráfico de armas y dinero hacia el sur que aprovechan los cárteles, hasta políticas para reducir la demanda.
Evitando temas incómodos. Obama quiere recuperar la gracia de Latinoamérica en la cumbre de Cartagena enfocándose en temas que no hieran susceptibilidades de los electores estadounidenses, mientras se enfoca en la carrera para lograr su reelección en noviembre.
Por eso tampoco se esperan compromisos concretos de Washington en el creciente pedido regional de incluir a Cuba en el foro hemisférico, o discutir el reclamo de soberanía de Argentina sobre las Islas Malvinas.
Aunque el venezolano Hugo Chávez -el principal impulsor de la inclusión de Cuba a la cumbre- suspendió a última hora su viaje a Cartagena por recomendación de su equipo médico mientras recibe tratamiento contra un cáncer , el reclamo por la isla comunista salió a flote.
"El aislamiento, el embargo, la indiferencia, el mirar para el otro lado han demostrado ya su ineficacia. En el mundo de hoy no se justifica ese camino, es un anacronismo que no mantiene anclados a una era de Guerra Fría superada ya hace varias décadas", dijo el presidente colombiano al inaugurar la cumbre de jefes de Estado ante unos treinta presidentes.
"Así como sería inaceptable otra cita hemisférica con un Haití postrado, también lo sería sin Cuba", agregó, minutos después de que la cantante Shakira abriera la ceremonia cantando el himno colombiano.
Estados Unidos se opone en incluir a Cuba, que fue excluida hace cinco décadas de la Organización de Estados Americanos (OEA) por la ausencia de una transición democrática en la isla, y mantiene un viejo embargo sobre el país.
Apuesta al comercio. Obama llamó el sábado a fomentar el comercio con Latinoamérica, un tema clave para recuperar los puestos de trabajo que Estados Unidos perdió con la crisis global del 2008-2009 y que es la principal preocupación de los estadounidenses.
"Nunca habíamos estado más entusiasmados sobre las perspectivas de trabajar como socios parejos con nuestros hermanos y hermanas de Latinoamérica y el Caribe", dijo.
Sin embargo, la presidenta de Brasil y su colega de Colombia criticaron la política monetaria expansiva lanzada por Estados Unidos para estimular la economía, que se tradujo en la llegada de cataratas de dólares a Latinoamérica buscando mercados más rentables.
Eso llevó a apreciar las monedas locales y a amenazar la competitividad de las exportaciones, especialmente en Brasil, que ha lanzado medidas para defender su moneda y su industria.
"Eso en cierta forma es exportar su crisis a nosotros por la apreciación de las monedas que tenemos en nuestros países", dijo Santos.
Rousseff pidió a los países desarrollados que aceleren sus inversiones y no sólo sus políticas monetarias. "Es obvio que tenemos que tomar medidas para defendernos, vean bien la palabra que elegí, defender no proteger", acotó.
Poco antes, el presidente peruano, Ollanta Humala, invitó a inversionistas a participar en el multimillonario plan para crear un polo petroquímico en su país, el que requiere de US$16.000 millones para concretarse.
A pesar de todos los temas pendientes en la cumbre, de lo que más se hablaba en los corredores era de un escándalo que involucraba a alguno de los agentes del Servicio Secreto de Obama, que fueron sacados de Colombia por mal comportamiento.
Una fuente policial cubana y medios de Estados Unidos dijeron que había prostitutas involucradas en el incidente, pero había una pared de silencio oficial.
"Tuve un desayuno para discutir comercio y el tema de drogas, pero de lo único que los delegados querían hablar era de la historia de los agentes y las prostitutas", dijo sonriendo un diplomático latinoamericano en el centro histórico de Cartagena.