El envío parece subrayar la preocupación del Pentágono con respecto a Corea del Norte, que el pasado domingo lanzó un misil de medio alcance que mostró los avances que Pyongyang está cosechando de cara a desarrollar en el futuro un proyectil atómico intercontinental que alcance territorio estadounidense.
En la península de Corea ya se encuentra el USS Carl Vinson, de EE. UU. En un breve comunicado, el Comando del Pacífico (PACOM) confirmó este viernes (19.05.2017) que el Ronald Reagan, cuyo puerto base es Yokosuka (costa oriental de Japón), ha comenzado su patrulla regular de primavera en torno al Pacífico Occidental.
Aunque el PACOM quiso aclarar que ambos buques "no están próximos el uno al otro" pese a encontrarse en el Pacífico Occidental, no es habitual que EE.UU. despliegue dos de sus portaaviones de propulsión nuclear en un solo "teatro de operaciones".
El envío parece subrayar la preocupación del Pentágono con respecto a Corea del Norte, que el pasado domingo lanzó un misil de medio alcance que mostró los avances que Pyongyang está cosechando de cara a desarrollar en el futuro un proyectil atómico intercontinental que alcance territorio estadounidense.
"Maniobras con la Marina surcoreana". Aunque EE.UU. no ha querido aclarar el motivo de la decisión, el Carl Vinson -enviado al Mar de Japón el mes pasado a modo de advertencia por los continuos test de armas norcoreanos- ha optado por quedarse en la zona tras el último lanzamiento balístico.
Un portavoz del Ministerio de Defensa surcoreano explicó que de hecho el Carl Vinson se encuentra actualmente realizando maniobras con la marina surcoreana en el Mar de Japón.
Una fuente del Gobierno indicó a su vez a la agencia Yonhap la posibilidad de que ambos portaaviones realicen maniobras conjuntas con efectivos de Corea del Sur a principios de junio, un supuesto escenario que la cartera de Defensa no quiso confirmar.
La mencionada fuente también indicó a Yonhap que el Ronald Reagan, probablemente entre en aguas del Mar de Japón de aquí a los próximos 10 días.
Las repetidas pruebas armamentísticas norcoreanas han deparado un endurecimiento de la retórica de Washington tras la llegada al poder en enero de Donald Trump, cuya Administración ha insinuado la posibilidad de realizar ataques preventivos si Pyongyang no abandona su programa nuclear y de misiles.