EL actual vicepresidente de EE.UU., Joe Biden, se mostró enérgico y agresivo contra el representante republicano, Paul Ryan, quien se mantuvo firme en una serie de intercambios acalorados. Política exterior y economía marcaron la pauta.
El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su rival republicano Paul Ryan chocaron fuertemente sobre política exterior y la economía en un animado debate este jueves, con Biden defendiendo agresivamente las políticas del gobierno y desestimando las críticas de Ryan.
Tratando de recuperar el impulso para la campaña de los demócratas después de una actuación débil del presidente Barack Obama en un debate la semana pasada, Biden frecuentemente se lanzó al ataque.
"Con todo respeto, eso es un montón de tonterías", dijo Biden cuando Ryan acusó a la Casa Blanca de proyectar una imagen de debilidad estadounidense en el mundo.
Pero el congresista de Wisconsin, casi 30 años más joven que su experimentado oponente, se mantuvo firme en una serie de intercambios acalorados.
El republicano dijo en broma que Biden, propenso a las meteduras de pata, debería entender que "a veces las palabras no siempre salen de manera correcta".
Biden tomó rápidamente la iniciativa, ofreciendo la emoción y pasión que se le criticó no tener a Obama en su debate de la semana pasada con su contendor republicano Mitt Romney.
Ryan se mantuvo firme, y los candidatos a la vicepresidencia para las elecciones del 6 de noviembre se interrumpieron frecuentemente y hablaron al mismo tiempo.
En un lenguaje corporal que no podría sentarle bien frente a los votantes indecisos, Biden sonrió y se rió sarcásticamente en momentos durante el debate de 90 minutos en un aparente esfuerzo por minimizar los comentarios de Ryan.
Ryan dijo que los estadounidenses estaban viendo la "desintegración" de la política exterior de Obama, mientras que Biden atacó a Romney como "no presidencial" por sostener una conferencia sobre Libia justo después de que una delegación diplomática estadounidense fuera atacada y muriera el embajador.
Los demócratas apostaban a un enérgico desempeño de Biden, a fin de recuperar el impulso de su campaña para quedarse en la Casa Blanca, después de que el pobre desempeño de Obama le permitió a Romney tomar la ventaja en los sondeos a menos de cuatro semanas de la elección del 6 de noviembre.
"Señor vicepresidente, sé que está bajo mucha presión para recuperar el terreno perdido, pero creo que sería mejor si no seguimos interrumpiéndonos el uno al otro", dijo Ryan en un punto.
"Bueno, entonces no tome todos los cuatro minutos", respondió Biden. Luego agregó: "No sé en qué mundo vive este tipo".
Ryan aseguró que el gobierno de Obama ha entregado una información confusa sobre el asesinato del mes pasado del embajador estadounidense en Libia, Christopher Stevens.
"Le tomó dos semanas al presidente reconocer que esto fue un ataque terrorista", dijo el congresista por Wisconsin.
Biden prometió que el gobierno encontraría a los autores del ataque y rectificaría los errores en seguridad en la misión diplomática en Bengasi.
Conflicto. Ambos candidatos se sentaron muy cerca, pero la proximidad no atenuó el conflicto, mientras Biden y Ryan se buscaron agresivamente.
Ryan defendió el video de Romney grabado en secreto condenando al "47%" del electorado que dijo eran dependientes del Gobierno y se consideraban víctimas, denominándolo un error.
Ryan, de 42 años, que se ha desempeñado en siete períodos en la Cámara de Representantes de Estados Unidos y es actual presidente el Comité de Presupuesto, es popular entre los conservadores por un plan de presupuesto que recortaría el gasto del Gobierno y crearía un sistema de "vales" para el popular programa de salud Medicare para los ancianos.
Los demócratas dicen que esto llevaría a los jubilados a pagar más por sus costos médicos.
"No seremos parte de ningún plan de vales, o de privatización de la Seguridad Social", aseguró el actual vicepresidente.
Biden, de 69 años, un veterano político y dotado orador conocido por lanzar punzantes ataques mientras sonríe, claramente estaba preparado para apuntar la falta de experiencia internacional de la dupla Romney-Ryan.
Obama estableció un agresivo tono antes del debate entre Biden y Ryan, acusando a Romney de acercarse al centro político pese a pregonar credenciales conservadoras durante la larga disputa por la nominación republicana.