Fiscales estadounidenses preparan cargos por narcotráfico contra el jefe de Guardia Nacional Bolivariana y otro funcionario, mientras se investiga la participación de altos mandos del Gobierno en el tráfico de cocaína.
A Néstor Reverol, exjefe de la agencia antinarcóticos de Venezuela y aliado del fallecido líder socialista Hugo Chávez,se le nombra en una imputación que debe ser ratificada en una corte federal de Brooklyn en Nueva York, según las fuentes. Reverol, comandante general de la Guardia Nacional Bolivariana, sería el funcionario venezolano de mayor rango que estaría enfrentando cargos por drogas en Estados Unidos.
Además, la imputación incluye a Edylberto Molina, quien se desempeñó como subdirector de la agencia antidrogas venezolana ONA y que actualmente es agregado militar en la embajada de Venezuela en Alemania. Ninguno de los dos funcionarios pudo ser contactado para comentar el asunto.
En los últimos años, Reverol ha rechazado las acusaciones de Estados Unidos de que Venezuela no ha logrado frenar los envíos de drogas ilícitas y ha promocionado el éxito del Gobierno en tomar medidas enérgicas contra el narcotráfico. El ministro de Defensa, Vladimir Padrino defendió a Reverol en la red social con el mensaje: "Que cese la campaña de descrédito que existe contra la FANB (Fuerza Armada de Venezuela) y sus líderes. ¡Que se imponga la verdad!"
Acusaciones contra, al menos, 5 exfuncionarios venezolanos. No está claro cuáles serían los cargos específicos en contra de Reverol o cuándo se harán públicos.El portavoz del Departamento de Justicia de Estados Unidos, Peter Carr, y un portavoz del fiscal federal de Brooklyn, Robert Capers, cuya oficina está a cargo del caso contra Reverol, no quisieron hablar sobre el tema. El portavoz de la Administración para el Control de Drogas (DEA) Joseph Moses tampoco quiso hacer comentarios.
Los fiscales estadounidenses tienen abiertas acusaciones contra al menos cinco exfuncionarios venezolanos por crímenes de narcotráfico, las cuales han sido formuladas en los últimos cuatro años, según los registros de los tribunales de distrito de Florida y de Nueva York.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha rechazado las acusaciones que involucran a funcionarios en el tráfico de drogas como una campaña internacional de la derecha para desacreditar al socialismo en el país petrolero sudamericano.
Chávez expulsó a la DEA de Venezuela. Su Partido Socialista dice que los esfuerzos contra las drogas han mejorado desde que Venezuela expulsó a la DEA en el 2005. Líderes de la oposición venezolana han acusado desde hace años a funcionarios de alto nivel de estar involucrados en el narcotráfico o de hacer la vista gorda ante el papel de los militares en el tráfico de narcóticos.
El Departamento de Estado estadounidense dijo en su informe anual de control de narcóticos de este año que Venezuela se ha convertido en una de las principales rutas de tránsito para las drogas ilegales procedentes de América del Sur. Hasta una cuarta parte de toda la cocaína exportada desde
Sudamérica en el 2011 partió de Venezuela, según la Oficina de la Casa Blanca de Política Nacional de Control de Drogas.
Miembros de la Guardia Nacional de Venezuela han estado muy involucrados en el tráfico de drogas, afirmó Mike Vigil, el jefe de operaciones internacionales de la DEA.
"La Guardia Nacional ha sido clave para abrir las puertas en Venezuela a organizaciones de narcotraficantes colombianos y grupos subversivos", dijo. "Han transformado a Venezuela en una enorme tubería para la cocaína que va a Estados Unidos y Europa".
El círculo se cierra cada vez más. Otros dos exfuncionarios de la Guardia Nacional han sido acusados en Estados Unidos en los últimos años por cargos de narcotráfico. Familiares de la primera dama venezolana Cilia Flores fueron capturados y llevados al país norteamericano dentro de las investigaciones contra el narcotráfico.
Dos de sus sobrinos, Franqui Francisco Flores de Freitas y Efraín Antonio Campo Flores, fueron detenidos en Haití el mes pasado y acusados en un tribunal federal de Manhattan por cargos de tráfico de cocaína. Sus abogados dijeron que ambos se declararían no culpables.
Funcionarios estadounidenses dijeron que esos arrestos no constituyeron un esfuerzo para ir en contra del Gobierno de Maduro, sino que se enmarcan en la aplicación de la ley de Estados Unidos que busca enjuiciar a sospechosos de cometer irregularidades.