Viktor Bout, oficial retirado de la fuerza aérea soviética que fue tema del libro titulado "Merchant of Death", fue arrestado en Bangkok en 2008 tras una operación encubierta de la Administración de Control de Drogas estadounidense (DEA por su sigla en inglés) y extraditado a Nueva York en noviembre.
Nueva York. Un acusado comerciante de armas ruso aprovechó la oportunidad de vender un arsenal militar a rebeldes colombianos, dijo este miércoles un fiscal estadounidense, pero sus abogados argumentaron que él participó en la operación por dinero y nunca quiso proveer las armas.
Viktor Bout, oficial retirado de la fuerza aérea soviética que fue tema del libro titulado "Merchant of Death", fue arrestado en Bangkok en 2008 tras una operación encubierta de la Administración de Control de Drogas estadounidense (DEA por su sigla en inglés) y extraditado a Nueva York en noviembre.
Entre los cargos que enfrenta está el de conspiración para matar a ciudadanos estadounidenses y para ofrecer ayuda a un grupo terrorista. Su juicio en la corte federal de Manhattan comenzó el miércoles y podría ser condenado desde 25 años de cárcel hasta prisión perpetua si es hallado culpable.
"Demostró que estaba muy comprometido y sabía exactamente lo que estaba haciendo", dijo el asistente de la fiscalía Brendan McGuire a los 15 miembros del jurado. Bout aceptó sin dudar "un acuerdo de armas diseñado para matar a estadounidenses", agregó.
En la operación de la DEA, informantes estadounidenses se hicieron pasar por compradores de armas del grupo guerrillero izquierdista las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y contactaron a Bout para comprar un arsenal de armas militares, que según los fiscales él acordó suministrar.
Un elemento clave de la operación, agregaron, fue que los informantes dijeron a Bout en reuniones en Bangkok que las armas serían usadas para atacar a pilotos estadounidenses que asistían al Gobierno colombiano, a lo que él respondió: "Tenemos el mismo enemigo".
Washington califica a las FARC, un grupo guerrillero de inspiración marxista, como una organización terrorista y afirma que están muy vinculadas al comercio de cocaína.
Sin embargo, el abogado defensor Albert Dayan afirmó que Bout nunca quiso vender los 100 misiles suelo-aire o los aproximadamente 5.000 rifles de asalto AK-47 que se discutieron.
En cambio, aseguró que nunca estuvo convencido de que los hombres fueran realmente representantes de las FARC, pero siguió adelante con la operación para vender los aviones de carga, dijo Dayan.
"Viktor estaba convenciéndolos con la promesa de las armas esperando sólo vender sus aviones", agregó.
Dayan también disputó que su cliente haya apoyado los planes de las FARC para matar a estadounidenses.
"Viktor nunca entró en esa reunión diciendo 'Hey, quiero matar estadounidenses'", señaló.
Aunque fue acusado sólo en conexión con el sospechoso acuerdo con armas en Tailandia, autoridades estadounidenses han dicho que Bout ha estado envuelto en tráfico de armas desde la década de 1990 a dictadores y zonas de conflicto en Africa, Sudamérica y Oriente Medio.
La jueza de distrito Shira Scheindlin, que preside el caso, dijo que prevé que el juicio dure no más de cuatro semanas.