Durante una conversación telefónica con el ministro de Asuntos Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, Kerry recibió una información actualizada sobre los acontecimientos ocurridos en Turquía, y se le comunicó que el Gobierno turco mantiene el control de las instituciones estatales.
Washington. El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, negó el sábado que su país jugase papel alguno en el golpe de Estado militar frustrado en Turquía, y advirtió de que acusaciones de esta índole perjudican las relaciones bilaterales.
Durante una conversación telefónica con el ministro de Asuntos Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, Kerry recibió una información actualizada sobre los acontecimientos ocurridos en Turquía, y se le comunicó que el Gobierno turco mantiene el control de las instituciones estatales.
La conversación telefónica tuvo lugar en medio de las acusaciones turcas de que un clérigo autoexiliado en EEUU, Fethullah Gulen, habría tramado el golpe de Estado. Ankara exige al Gobierno estadounidense la extradición de Gulen.
Kerry dijo que "las insinuaciones o acusaciones públicas sobre cualquier papel desempeñado por EEUU en el golpe de Estado frustrado son totalmente falsas y perjudiciales para las relaciones bilaterales". Aun así, aseguró que EEUU analizará la solicitud de extradición a condición de que Turquía demuestre las infracciones cometidas por Gulen.
El secretario de Estado pidió "moderación por parte del Gobierno turco, así como respeto al debido proceso y a sus obligaciones internacionales, mientras investiga y revela información adicional sobre los involucrados".
Además, reiteró el apoyo de EEUU al "gobierno civil democráticamente elegido y a las instituciones democráticas", y dejó claro que Washington querría ofrecer asistencia a las autoridades turcas en la investigación sobre la intentona golpista.
Por su parte, Cavusoglu agradeció a EEUU el respaldo.
Los dos funcionarios también discutieron sobre la importancia de Turquía como aliado de la OTAN y miembro clave de la coalición para derrotar al Estado Islámico (EI), al tiempo que destacaron la necesidad de "permanecer centrados en asegurar el apoyo operacional para que esos esfuerzos continúen sin cesar".
El viernes, parte del Ejército turco lanzó un golpe de Estado militar fallido para derrocar al presidente, Recep Tayyip Erdogan, en el que, según se informó, al menos 265 personas murieron y 1.440 resultaron heridas.
Después del golpe, Turquía impuso un bloqueo de seguridad en la base aérea de Incirlik, desde donde la coalición liderada por EEUU ha venido lanzando ataques aéreos contra el EI en Siria.
El presidente estadounidense, Barack Obama, también reiteró el sábado el "apoyo inquebrantable" de su país a Turquía y pidió esfuerzos conjuntos contra el terrorismo.