La embajadora estadounidense en Uruguay, Julissa Reynoso, dijo que "el gesto y la propuesta ahora mismo es un acto humanitario, y punto, para poder manejar el traslado de estas personas a diferentes partes del mundo, sin condiciones de ningún arreglo o de intercambio por algo".
Montevideo. Estados Unidos ha aclarado que la respuesta afirmativa de Uruguay a la solicitud del presidente Barack Obama para que acoja a cinco presos de Guantánamo no es fruto de "ningún intercambio", en respuesta al reclamo del gobernante uruguayo José Mujica de que libere a tres presos cubanos en EE.UU.
"No hay ningún tipo de arreglo para poder hacer un intercambio de ningún tipo", afirmó la embajadora estadounidense en Uruguay, Julissa Reynoso, en declaraciones recogidas este lunes por el canal 10 de televisión.
Reynoso agregó que "el gesto y la propuesta ahora mismo es un acto humanitario, y punto, para poder manejar el traslado de estas personas a diferentes partes del mundo, sin condiciones de ningún arreglo o de intercambio por algo".
Según la embajadora, el diálogo entre el gobierno de Obama y el de Mujica demuestra "que cuando los Estados Unidos está buscando amigos en la región" para que le ayude "con problemas pendientes", Uruguay siempre "ha podido dar la mano".
"No es la primera vez que Uruguay ha ayudado a Estados Unidos y Estados Unidos obviamente ha ayudado a Uruguay en el pasado", añadió.
A consulta expresa, Reynoso dijo no conocer "en detalle" un caso similar registrado en 1999, cuando el entonces presidente Julio María Sanguinetti (1985-1990 y 1995-2000) acordó con su homólogo Bill Clinton acoger a doce cubanos que estaban presos en Guantánamo.
Al respecto, Sanguinetti indicó este fin de semana que él nunca puso "ningún precio al asilo" de esas personas y que el caso "no tiene nada que ver".
"Los 12 ciudadanos cubanos que estaban en Guantánamo pidieron refugio en Uruguay, acá vinieron y acá nadie les condicionó nada. Unos se fueron, otros se quedaron, algunos se enojaron con Estados Unidos porque no les daban la visa, pero ese no era un tema de Uruguay", relató a un diario.
Sanguinetti remarcó que en este caso "no hubo ningún condicionamiento, ni ningún precio, ni nada que limitara el ejercicio soberano de sus derechos".
Mujica pidió el viernes a Estados Unidos que a cambio de acoger a los cinco reclusos de Guantánamo sean liberados tres cubanos detenidos en Estados Unidos.
En apariencia el mandatario se estaba refiriendo a tres de los cinco cubanos condenados a prisión en el país norteamericano por espionaje ("El Grupo de los Cinco") y de los cuales dos ya fueron puestos en libertad.
Ese mismo día, su ministro del Interior, Eduardo Bonomi, explicó que Uruguay va a "darles protección" a los presos que vengan ahora, que "van a tener una custodia, van a tener un régimen que les permita el trabajo y el estudio".
Además, podrán "cruzar la frontera, siempre y cuando tengan la autorización correspondiente".
La oposición uruguaya y varios juristas del país han criticado la operación con el argumento de que carece del "amparo jurídico" correspondiente y han solicitado al gobierno de Mujica más detalles del caso, además de recriminarle por no haberles consultado previamente.