Los secretarios de Estado y Seguridad Nacional de Estados Unidos escucharon las demandas de las autoridades mexicanas durante un encuentro en Ciudad de México.
Tras reunirse en Ciudad de México con el secretario de Relaciones Exteriores de México, Luis Videgaray, el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kelly, aseguró este jueves que su país no realizará expulsiones masivas de ciudadanos mexicanos. Kelly, de visita en el país con el secretario de Estado, Rex Tillerson, dijo que quería "dejar muy claro que no va a haber deportaciones masivas” y que "el Departamento de Seguridad Nacional actuará conforme a derecho y respetando los derechos humanos”.
Para Videgaray, en tanto, el encuentro sirvió para dar "pasos importantes en la dirección correcta”. Si bien el titular de Exteriores mexicano reconoció que "las diferencias entre Estados Unidos y México subsisten”, aseguró que "hoy hemos empezado a trazar una ruta”. En la conferencia conjunta que dieron las autoridades tras el encuentro, Kelly calificó la cita como "productiva” y dijo que pudieron sostener "conversaciones muy amplias”.
"Trabajaremos mano a mano con nuestros hermanos mexicanos", aseguró el secretario Kelly en su intervención, en la que agregó que "no habrá uso de fuerzas militares en operaciones migratorias". Tillerson, por su parte, confirmó que será recibido por el presidente Enrique Peña Nieto, después de que México dejara abierta la posibilidad de suspender ese encuentro si no había acuerdos sustanciales.
"Irritación” y "preocupación”
Videgaray criticó las posturas adoptadas por el Gobierno de Donald Trump, las que han causado "irritación” y "preocupación” entre los mexicanos "ante lo que se percibe como políticas que pueden ser perjudiciales”. Según detalló el canciller, las políticas que busca implementar Trump podrían afectar tanto a los "intereses nacionales" como a los mexicanos que viven en Estados Unidos o en la nación latinoamericana.
"Hemos expresado al secretario Tillerson y Kelly que, en primer lugar, es nuestra preocupación al respeto de los derechos de los mexicanos en los Estados Unidos, en particular sus derechos humanos", explicó Videgaray. En este sentido, celebró que, del lado estadounidense, hallaron una "profunda coincidencia" en la necesidad de encauzar ello de la mejor manera.
También hubo concordancia, según Videgaray, en la "imposibilidad jurídica" de que un país tome decisiones unilaterales que "afecten" otra nación, en aparente referencia al muro que busca construir Trump. Uno de los acuerdos alcanzados fue la idea de trabajar en conjunto con los países del Triángulo del Norte de Centroamérica -Guatemala, Honduras y El Salvador-, los principales expulsores de inmigrantes ilegales hacia Estados Unidos.