El pasado miércoles los gobiernos de Estados Unidos y Cuba anunciaron, casi de manera simultánea, el restablecimiento de los lazos diplomáticos, rotos por Washington el 3 de enero de 1961.
La Habana. El edificio que alberga a la Sección de Intereses de Estados Unidos (USINT, por siglas en inglés) en La Habana recobrará en los próximos días su condición de embajada como parte del proceso de restablecimiento de relaciones diplomáticas bilaterales.
El pasado miércoles los gobiernos de Estados Unidos y Cuba anunciaron, casi de manera simultánea, el restablecimiento de los lazos diplomáticos, rotos por Washington el 3 de enero de 1961.
Tras anuncio, se espera que el próximo 20 de julio, el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, sea el encargado de izar la bandera de Estados Unidos en La Habana, después de 54 años sin relaciones entre los dos países.
En la década de 1940 la embajada de Estados Unidos y la Oficina de la Cámara Americana de Comercio funcionaron en un edificio de la zona antigua de La Habana, donde había bancos, firmas de abogados y peritos mercantiles, grandes almacenes, tiendas y librerías.
La sede diplomática se trasladó en 1953 a un edificio nuevo, construido para esos fines en la zona más moderna de la capital cubana, donde funcionó como embajada hasta que fue cerrada en 1961 al momento de la ruptura de relaciones entre los dos países.
La legación reabrió en 1977, cuando tras un acuerdo entre los entonces presidentes Fidel Castro y Jimmy Carter se instalaron las respectivas Oficinas de Intereses.
El inmueble donde radica la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, conocida también como SINA, es custodiado en el exterior por policías cubanos y oficialmente es territorio diplomático de Suiza, país que se encarga legalmente de representar los intereses de Washington y La Habana.
El edificio es un imponente bloque de hormigón, acero y seis pisos rectangulares de ventanales encristalados que domina el Malecón, el famoso paseo que corre paralelo a lo largo de ocho kilómetros de la costa de la capital de la isla.
Las autoridades cubanas identifican ese inmueble como una fuente de injerencia en los asuntos internos con afanes subversivos, un hecho que estuvo sobre la mesa de negociación en las cuatro rondas de conversaciones sostenidas desde febrero por ambas cancillerías.
Al pie de los ventanales del edificio se extiende la Tribuna Antimperialista, una gran explanada con un podio sobre el que está escrito con grandes letras "Patria o muerte, venceremos", la famosa consigna de Fidel Castro.
Esa explanada se construyó en el año 2000, durante la ácida confrontación entre los dos países por el entonces niño naufrago, Elián González, rescatado por la Guardia Costera estadounidense en una balsa en el mar