La embajadora de EE.UU. en Honduras, Lisa Kubiske, afirmó que el gobierno que representa continuará con sus esfuerzos en la lucha contra el narcotráfico.
Tegucigalpa. “La clave del éxito de los programas contra la violencia es la participación activa de las comunidades y esto es lo más importante”, declaró este miércoles la embajadora de Estados Unidos en Honduras, Lisa Kubiske, durante la cumbre “Construyendo comunidades Seguras”.
Durante el evento, realizado en la ciudad de San Pedro Sula, Honduras, la funcionaria estadounidense dijo que aunque es del conocimiento de todos la existencia del flagelo del narcotráfico, son muchos los organismos internacionales para combatirlo.
Al mismo tiempo, recordó que su gobierno ha estado trabajando con Honduras para hacer frente a la delincuencia y que Estados Unidos ha ayudado con la formación profesional de jóvenes.
La diplomática afirmó que el gobierno de EE.UU. continuará con sus esfuerzos en la lucha contra el narcotráfico.
Al foro asistió el presidente de Honduras, Porfirio Lobo, quien expresó que "el momento demanda que todos nos unamos. No descuidemos nuestros barrios".
El mandatario hondureño reflexionó que la prevención de la delincuencia inicia desde el hogar y la escuela, por lo que afirmó que "nadie sabe cuándo la delincuencia tocará su puerta y todos estamos amenazados y la solución está en todos".
El foro "Intercambio de Aprendizaje: construyendo comunidades seguras" es patrocinado por la embajada de Estados Unidos en Honduras, el Banco Mundial, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) y el centro para el Estudio de Política Social.
Representantes de las ciudades de Los Ángeles, Boston, Chicago, Río de Janeiro, Bogotá, Johannesburgo, Ciudad de México y Centro América compartirán alternativas a la participación en pandillas y el fomento de comunidades saludables y fuertes.
Entre los temas a discutir durante la cumbre están los efectos sociales y el impacto del contacto directo e indirecto con el narcotráfico, el tráfico de armas, el tráfico de personas y la narcoviolencia en niños, jóvenes y familias en Estados Unidos y Centroamérica.
“Esta es una reunión para intercambiar ideas y estrategias de lo que funciona aquí, de las necesidades de Honduras, y hablar de manera bastante honesta de las cosas que han dado buenos resultados y de las que no funcionan porque esto no es una ciencia exacta”, explicó Lobo Sosa.
Guillermo Cespedes, el “zar antipandillas”, declaró que uno de los motivos de su asistencia a la cumbre es evaluar la posibilidad de que su oficina de reducción de pandillas trabaje con los países centroamericanos.