El secretario de Defensa, Leon Panetta, agregó que la comunidad internacional necesitaba "ejercer máxima presión para que Assad haga lo correcto, renuncie y permita una transición pacífica".
Washington. El secretario de Defensa de Estados Unidos, Leon Panetta, dijo este miércoles que la situación en Siria parecía estar "saliéndose de control", tras expresar su preocupación por la creciente violencia y renovar sus llamados para aumentar la presión sobre el presidente Bashar al-Assad.
"Esta es una situación que está saliéndose rápidamente de control", dijo Panetta, agregando que la comunidad internacional necesitaba "ejercer máxima presión para que Assad haga lo correcto, renuncie y permita una transición pacífica".
Un ataque suicida mató el miércoles a miembros del círculo cercano de Assad, mientras se intensificaban los combates en Damasco.
Frente a esto, los líderes occidentales dijeron que crecía la presión para una intervención más dura de Naciones Unidas, pero Rusia mantiene su rechazo a esa opción.
El secretario de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, William Hague, condenó el ataque y dijo que confirmaba "la urgente necesidad de una resolución dentro del Capítulo 7 del Consejo de Seguridad".
El Consejo de Seguridad de la ONU votará más tarde el miércoles una resolución, propuesta por Gran Bretaña, Estados Unidos, Francia y Alemania, que extendería una misión observadora de Naciones Unidas en Siria por 45 días.
El Capítulo 7 permite a los 15 miembros del consejo autorizar sanciones que van desde medias diplomáticas y económicas a la intervención militar. Autoridades estadounidenses han dicho que prefieren sanciones contra Siria, no una intervención militar.
La canciller alemana, Angela Merkel, dijo que el ataque "nos muestra de que es momento de ratificar la próxima resolución de la ONU".
Pero tras cuatro días consecutivos de enfrentamientos en Damasco -algunos a corta distancia del palacio presidencial-, Moscú dijo que una resolución como la propuesta por Occidente sólo profundizaría la violencia.
"Una batalla decisiva se está llevando a cabo en Siria", dijo el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov. "Apoyar a la oposición es una política destinada al fracaso. Assad no se irá y nuestros socios occidentales no saben que hacer con ello", agregó.