La delegación estadounidense dijo que pese a la oposición del gobierno cubano, Washington seguirá otorgando el estatus especial a inmigrantes cubanos que les permite permanecer si pisan territorio de Estados Unidos, cuando ciudadanos de otros países son expulsados si llegan en circunstancias similares.
La Habana. Estados Unidos y Cuba mantuvieron este miércoles sus desacuerdos sobre la política migratoria de Washington hacia La Habana, en la primera de las reuniones de alto nivel que buscan restablecer las relaciones diplomáticas entre los viejos enemigos de la Guerra Fría.
La delegación estadounidense dijo que pese a la oposición del gobierno cubano, Washington seguirá otorgando el estatus especial a inmigrantes cubanos que les permite permanecer si pisan territorio de Estados Unidos, cuando ciudadanos de otros países son expulsados si llegan en circunstancias similares.
"Explicamos al gobierno de Cuba que nuestro gobierno está totalmente comprometido a mantener la Ley de Ajuste Cubano, el conjunto de políticas relacionadas con la migración conocido como pies mojados, pies secos, que en gran medida siguen vigentes", dijo el subsecretario adjunto para América del Sur y Cuba, Alex Lee, que lideró al contingente estadounidense en las charlas.
Las conversaciones continuarán el jueves para discutir el restablecimiento de los vínculos diplomáticos y eventualmente la apertura total del comercio y de los viajes, después de décadas de hostilidades entre los archienemigos.
Los dos días de reuniones son los primeros contactos desde que el presidente estadounidense, Barack Obama, y el mandatario cubano, Raúl Castro, anunciaron el 17 de diciembre un acercamiento histórico tras 18 meses de negociaciones secretas.
"Tratamiento excepcional". Un funcionarios cubano que participó en las conversaciones dijo más temprano el miércoles que las charlas se produjeron "con fluidez, con apertura, y con un enfoque constructivo".
A pesar de todo, la Ley de Ajuste Cubano siguen siendo la principal queja del gobierno de la isla en el tema migratorio.
"Lo extraño es que solamente una nacionalidad en el mundo reciba un tratamiento preferente, un tratamiento excepcional que ningún otro ciudadano del mundo recibe", dijo Josefina Vidal, directora de Estados Unidos del Ministerio de Exteriores cubano.
Vidal dijo que esa política es el principal incentivo para la emigración ilegal.
Obama encaminó a Estados Unidos hacia la eliminación de las sanciones económicas y el embargo comercial que Washington ha ejercido por 53 años sobre la isla de Gobierno comunista.
"Estamos terminando con una política que fue bastante más allá de su fecha de caducidad. Cuando lo que haces no funciona por 50 años, es hora de probar algo nuevo", dijo el martes al Congreso en su discurso del Estado de la Unión.
Se espera que el jueves en La Habana ambas partes esbocen objetivos a largo plazo.
Cuba buscará la derogación del embargo económico de Washington y pedirá ser eliminada de la lista de estados patrocinadores del terrorismo. Y Estados Unidos presionará a Cuba por la situación de los derechos humanos.
Obama tiene la autoridad ejecutiva para restablecer las relaciones diplomáticas, pero necesita que el Congreso controlado por los republicanos levante el embargo económico.
La delegación estadounidense a Cuba está encabezada por Roberta Jacobson, la máxima diplomática estadounidense para América Latina y la primera secretaria de Estado adjunta que visita Cuba en 38 años.
Después que Obama instó al Congreso a trabajar para poner fin al embargo, el senador demócrata de origen cubano Robert Menéndez, que se opone a las nuevas políticas de Washington, dijo en una carta que la visita de Jacobson plantea "serias preocupaciones".
Menéndez aludió a la situación de los presos políticos en la isla, a las propiedades confiscadas por Cuba décadas atrás a empresas y ciudadanos norteamericanos, y a la acogida de fugitivos de Estados Unidos en la isla. En su carta dijo que el gobierno cubano no relajará su "férreo control" sobre Cuba a menos que sea obligado a hacerlo.
Un funcionario de alto rango del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba hizo una distinción el martes entre la restauración de las relaciones diplomáticas y la cuestión más amplia de la normalización de las relaciones.
"Cuba no está normalizando relaciones con los Estados Unidos. Cuba está restableciendo relaciones diplomáticas con los Estados Unidos. La normalización de relaciones es un proceso mucho más largo y mucho más complejo", dijo el funcionario, que habló bajo condición de anonimato, a la prensa.
El funcionario dijo que las relaciones normales requerirían que Estados Unidos levante el embargo, quite a Cuba de la lista de patrocinadores del terrorismo y deje de reclutar médicos cubanos para que deserten.