Reportes de los medios han sugerido que la riqueza del ex presidente puede totalizar miles de millones de dólares y algunos manifestantes anti-Mubarak lo acusaron de despilfarrar los fondos de la nación más poblada del mundo árabe.
El Cairo. El fiscal general de Egipto tomó la iniciativa este lunes para congelar los activos en el extranjero de Hosni Mubarak, en la primera señal de que el depuesto presidente podría rendir cuentas a los gobernantes a quienes entregó el poder hace 10 días.
El fiscal dijo en un comunicado que había pedido al Ministerio de Relaciones Exteriores que use canales diplomáticos para solicitar un congelamiento a los activos extranjeros y cuentas pertenecientes a Mubarak, su esposa Suzanne y sus dos hijos, Gamal y Alaa, junto con sus esposas.
Reportes de los medios han sugerido que la riqueza del ex presidente puede totalizar miles de millones de dólares y algunos manifestantes anti-Mubarak lo acusaron de despilfarrar los fondos de la nación más poblada del mundo árabe, pero asesores insisten en que no ha hecho nada malo.
El primer ministro británico, David Cameron, se convirtió este lunes en el primer líder extranjero en visitar Egipto desde la caída de Mubarak, e insistió por un final para la ley de emergencia, mientras se negaba a hablar con los influyentes Hermanos Musulmanes, una creciente fuerza política.
Los Hermanos, por su parte, rechazaron un recambio en el gobierno este lunes, reclamando una purga del gabinete nombrado por Mubarak.
La caída de Mubarak en Egipto y levantamientos en toda la región han obligado a los gobiernos occidentales a repensar sus políticas de apoyo a autócratas, pero también han elevado la preocupación sobre el ascenso de grupos islámicos en su lugar.
Funcionarios británicos dijeron que Cameron no hablará con los Hermanos Musulmanes, el grupo político más organizado de Egipto, que es mirado con recelo en Occidente.
Sería un signo positivo reunirse con otros grupos de la oposición menos organizados que los Hermanos, para destacar el hecho de que los islamistas no son la única alternativa a Mubarak, dijeron los funcionarios británicos.
Cameron está a la vanguardia de una iniciativa diplomática para entender el nuevo paisaje político tras el levantamiento en el aliado clave de Estados Unidos que tiene un tratado de paz con Israel.
En contra de la ley emergencia. Cameron apelaría específicamente al ejército para que levante la ley de emergencia, piedra fundamental del gobierno de hierro de Mubarak e implementada tras el asesinato de Anwar Sadat en 1981 por oficiales islamistas.
La disolución completa del actual gabinete, mayormente designado por Mubarak, el levantamiento de la ley de emergencia y la liberación de prisioneros políticos son demandas clave de los reformistas y activistas que derrocaron al ex gobernante.
Las fuerzas armadas, que tomaron el poder luego de un levantamiento popular de 18 días que puso fin al autoritario mandato de 30 años de Mubarak, anunciaron que pronto estarían listas las reformas en la Constitución para celebrar elecciones en seis meses y que en breve serían levantadas las odiadas leyes de emergencia.
"Lo que es tan alentador ahora sobre lo que ocurrió, es que no es una revuelta islamista, esto no son extremistas en las calles, es gente que quiere tener el tipo de libertades básicas que damos por sentadas en Gran Bretaña", sostuvo Cameron a periodistas.
Pero, destacando los temores de Occidente, dijo que deseaba expandir los lazos de seguridad con Egipto para "combatir el terrorismo de extremistas".