“Es urgente salvar a la democracia de la corrupción, es urgente evitar que las personas con delitos penales nos representen", afirmó el jefe del Gabinete, Salvador del Solar, al sustentar la petición de confianza para lograr la aprobación de la reforma política.
Lima. El jefe del Gabinete del gobierno peruano, Salvador del Solar, acudió este martes ante el pleno del Congreso para sustentar la cuestión de confianza del Ejecutivo sobre la reforma política referida al fortalecimiento institucional y lucha contra la corrupción.
Del Solar, sostuvo que el Ejecutivo decidió plantear la cuestión de confianza al considerar urgente salvar la democracia nacional del embate de la corrupción.
“Es urgente salvar a la democracia de la corrupción, es urgente evitar que las personas con delitos penales nos representen, tenemos que alentar que los ciudadanos con vocación de servicio participen en política y conseguir que los peruanos confíen en autoridades”, manifestó en su discurso.
Según dijo, la cuestión de confianza se presenta porque la política en Perú "no puede seguir como está".
Recordó que la Comisión de Constitución del Congreso no le dio a los proyectos de reforma política la prioridad que la Constitución exige, y que este grupo de trabajo archivó sin mayor debate la propuesta del Ejecutivo para modificar la inmunidad parlamentaria.
“Luego de esa acumulación de señales es que consideramos que corresponde presentar ante el Congreso esta cuestión de confianza y solicitamos el respaldo político que una reforma de esta relevancia necesita para que recuperamos la confianza ciudadana”, subrayó.
Insisten en proyecto sobre inmunidad parlamentaria. Del Solar precisó que el Ejecutivo no exige que los proyectos de ley sean aprobados “al pie de la letra”. “Nunca lo hemos hecho, se mantiene el espacio para que el debate enriquezca en la medida que su esencia no sea alterada”, enfatizó.
En el marco de su discurso, Del Solar presentó cinco proyectos de ley relacionados con la reforma política en el ámbito del fortalecimiento institucional y la lucha contra la corrupción, así como una nueva iniciativa que propone cambiar el mecanismo de levantamiento de inmunidad parlamentaria, que había sido archivada por el Congreso.
Según explicó, la esencia de este nuevo proyecto es que el Congreso ya no actúe como juez y parte, "en casos que involucren la integridad de sus miembros". "La esencia busca que la decisión de levantar la inmunidad por la Comisión de Delitos Comunes esté a cargo de un órgano autónomo", explicó.
El jefe del Gabinete insistió en que el pedido de confianza es una solicitud de respaldo político a las iniciativas del Ejecutivo, por lo que resultará ilógico si ese respaldo no se ve manifestado en las propuestas presentadas.
Contrareloj. Varios legisladores del partido con mayoría opositora, Fuerza Popular, habían manifestado que iban a esperar la exposición del primer ministro para definir su votación, algo que podría demorar horas por la duración estimada del debate.
El Gobierno ha dicho que las reformas deben aprobarse a más tardar a mediados de junio.
"Al Congreso no se le puede poner plazos (...) al Congreso no se le puede decir 'si tú me votas la confianza hoy día, dentro de tres o cuatro semanas yo creo que no es confianza y por tanto disuelvo el Congreso'", dijo el legislador Jorge del Castillo del opositor Partido Aprista Peruano, antes del debate.
"Eso sería un golpe de Estado", agregó.
Vizcarra ha afirmado que confía obtener el apoyo del Congreso, pero ha dicho que si luego no aprueban las reformas en los plazos tomará decisiones en el marco de la Constitución.
"Hoy es un día sumamente especial", dijo Vizcarra más temprano. "Quisimos, siempre con el arma de la ley y respetando estrictamente la Constitución, hacer estos planteamientos. Son días de importantes decisiones".
La última vez que un mandatario cerró el Congreso en Perú fue en 1992, cuando Alberto Fujimori, padre de Keiko, alegó obstrucción del parlamento a reformas en temas de seguridad y economía. Pero sus detractores afirman que fue para tapar investigaciones de corrupción en su contra y consolidar su poder.
Un cierre del Congreso podría ayudar a Vizcarra a recuperar su popularidad. Un 70% de peruanos está de acuerdo con que el mandatario disuelva el parlamento porque considera que frena reformas clave, según el Instituto de Estudios Peruanos (IEP).
El apoyo a Vizcarra ha caído desde un 66% en diciembre a un 42% en mayo, en medio de un desgaste a un año en el Gobierno y de conflictos sociales, según la encuestadora Ipsos Perú.
*Con información de Andina y Reuters.