En tanto, 61% considera que es algo “muy/bastante prioritario”; 17% que es “algo prioritario”; el 18% “poco/nada prioritario” y 4% no sabe o no responde.
Tras el anuncio de la presidenta Bachelet sobre el inicio de un proceso constituyente, diversas han sido las reacciones en los sectores políticos. Mientras el oficialismo expresa que es tiempo de que la nación elabore una nueva Carta Magna, desde la oposición señalan que, si bien es necesario hacer cambios, no se deben cambiar las bases de la actual carta fundamental.
Sin embargo, primero el Congreso debe reformar la actual Constitución para permitir crear una nueva. Los parlamentarios deberán escoger entre cuatro alternativas para este proceso: Comisión Bicameral de Senadores y Diputados, Convención Constituyente mixta de parlamentarios y ciudadanos, convocatoria de una Asamblea Constituyente o que sea la ciudadanía en un plebiscito.
En este contexto, la encuesta Cadem consultó a la población sobre el cambio constitucional y se concluyó que 77% de los encuestados está de acuerdo.
En tanto, 61% considera que es algo “muy/bastante prioritario”; 17% que es “algo prioritario”; el 18% “poco/nada prioritario” y 4% no sabe o no responde.
Por otra parte, sobre cuál es la forma en la que se debe desarrollar la nueva Constitución, 49% cree “que el gobierno, junto con el Congreso y los expertos redacten una nueva Constitución política y que ésta sea aprobada a través de un plebiscito”.
A su vez, 43% está a favor de “una Asamblea Constituyente de ciudadanos electos redacte y apruebe una nueva Constitución”.
Finalmente, un dato preocupante, es que los encuestados consideran que la población tiene poca educación cívica, elemento fundamental en un proceso constituyente y que el gobierno busca mejorar a través de jornadas informativas y educativas al respecto.
Medida que no ha estado exenta de polémica, ya que desde la oposición indican que dicha iniciativa podría transformarse en una oportunidad para el adoctrinamiento político. Acusación que ha sido negada por el Ejecutivo, desde donde llamaron a no ensuciar el debate.