Los datos, de Datafolha, indican que el 61% de los entrevistados apuntaron que Rousseff sabía sobre la corrupción en Petrobras y dejó que ocurriese mientras el 23% aseguró que la mandataria era consciente de los desvíos ilegales pero no podía hacer nada para evitarlos.
Rio de Janeiro. El 84% de la población brasileña considera que la presidenta del país, Dilma Rousseff, conocía la red de corrupción que desvió miles de millones de dólares de la petrolera estatal Petrobras, la mayor empresa del país, según una encuesta divulgada hoy.
Los datos, presentados por el instituto Datafolha, indican que el 61% de los entrevistados apuntaron que Rousseff sabía sobre la corrupción en Petrobras y dejó que ocurriese; el 23% aseguró que la mandataria era consciente de los desvíos ilegales pero no podía hacer nada para evitarlos; el 10% dijo que la mandataria "no sabía" nada y el 6% no respondió.
Entre los que votaron a Rousseff en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, en octubre pasado, el 74% afirmó creer que la presidenta sabía sobre el esquema de corrupción. Entre los que dijeron haber votado a su rival, el senador opositor Aécio Neves, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), la cifra sube al 94%.
Datafolha entrevistó a 2.842 personas entre el lunes y el martes de esta semana, justo después de la masiva manifestación que el domingo pasado llevó a las calles de todo el país a cerca de dos millones de personas para protestar contra la corrupción y la gestión de la presidenta Dilma Rousseff.
Preguntados sobre una posible privatización de la mayor empresa del país, el 61% de los entrevistados se posicionó en contra, el 24% se dijo favorable a su venta, el 5% se mostró indiferente y el 10% no supo responder.
Petrobras vive uno de sus peores momentos, económica e institucionalmente, debido a la denuncia de una gran red de corrupción que operó dentro de la empresa en la última década.
La policía trabaja con la hipótesis de que las empresas acusadas de desviar dinero de Petrobras obtenían contratos amañados con la estatal; inflaban los valores de los mismos y se repartían parte de esa diferencia con directivos de la estatal, al tiempo que otra parte era entregada a los políticos que amparaban esas maniobras.
El volumen de dinero desviado es de al menos unos 2.100 millones de reales (unos US$646 millones).