Es una organización tan sofisticada que fabrica sus propios fusiles AR-15, dice un artículo de Global Post.
Ciudad de México, Excelsior.com.mx. El Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) que realizó este lunes una emboscada contra la Policía Federal en la carretera Guadalajara-Puerto Vallarta “se extiende como un cáncer en México”.
De acuerdo con un reportaje de Ioan Grillo para la página informativa Global Post, el CJNG es una operación tan sofisticada que fabrica sus propios fusiles AR-15 y cuyo rápido crecimiento puede llevarlo pronto a desafiar a la poderosa “Federación de Sinaloa”.
De acuerdo con Grillo, en octubre pasado la policía encontró el taller de fabricación de los fusiles de asalto AR-15, donde encontró “maquinaria altamente sofisticada con software muy preciso”, según indicó el Procurador General de Jalisco, Luis Carlos Nájera.
El mismo cártel ha realizado una serie de ataques contra la policía y funcionarios de gobierno. El lunes, recordó Grillo, hombres armados mataron a 15 agentes al emboscar un convoy de la policía estatal en San Sebastián del Oeste, “en uno de los peores ataques contra la policía en los últimos años”.
El mes pasado hubo ataques también. El 20 de marzo, en la ciudad de Ocotlán, una docena de camiones con hombres armados emboscaron a la policía federal y dieron muerte a cinco oficiales.
El 31 de marzo, pistoleros del cártel atacaron el comisionado de seguridad de Jalisco en una zona urbana de Guadalajara.
Los ataques y las fábricas de armas muestran cómo el CJNG desafía al gobierno, anotó el reporte en Global Post. El cártel también busca ampliar su territorio, con tentáculos que van desde su base en el estado de Jalisco a Cancún, en el extremo sureste, e incluso hasta la frontera con Texas.
“Se está extendiendo como un cáncer en México”, dice Mike Vigil, exjefe de operaciones internacionales de la Administración de Control de Drogas.
“Es el cártel de más rápida expansión y que podría en un futuro próximo alcanzar al cártel de Sinaloa como el grupo organizado más importante en México”.
Desde que asumió el cargo en 2012, el presidente Enrique Peña Nieto ha emprendido una ofensiva contra los capos mafiosos, y abatido o arrestado a los líderes de la mayoría de los cárteles, incluso el sinaloense Joaquín El Chapo Guzmán, los jefes zetas Omar y Miguel Treviño, y más recientemente, Los Caballeros Templarios y su cabeza Servando La Tuta Gómez.
Pero en el caso del CJNG, el líder Nemesio Oseguera, El Mencho, no sólo ha sobrevivido a este ataque, sino también avasallado a pandillas debilitadas.
El CJNG se ha expandido sobre todo en el estado de Michoacán, donde el cártel de los Caballeros Templarios se ha hecho añicos, al tiempo de dejar “un rastro de cuerpos con notas amenazantes”.
Para Vigil, “es como la hidra proverbial. Cuando corta una cabeza, otra crece en su lugar”. Vigil es ahora un consultor que ha asesorado a las fuerzas de seguridad mexicanas y autor del libro Deal.
“Una cuestión es que, si bien el gobierno mexicano ha hecho un buen trabajo de golpear a los capos, pero también tiene que ir sobre los funcionarios corruptos, lavado de dinero y la infraestructura de los cárteles”, añadió.
Traficantes mexicanos ganan miles de millones de dólares con los envíos de cocaína, mariguana, heroína y cristal de metanfetamina a los Estados Unidos. Usan sus ganancias para sobornar a funcionarios y para la gestión de empresas “de paja”.