Quizás por la fama de contar con endebles controles para el tráfico de drogas y la corrupción existente, los mexicanos decidieron establecer una base de operaciones en el país sudamericano.
El cartel de Sinaloa de México planeaba a montar su base de tráfico de efedrina en Asunción, Paraguay, sin embargo algo salió mal, se detuvo a una parte de la red de traficantes y hoy están todos condenados.
Esta historia se inició el 22 de setiembre de 2008 cuando los mexicanos Juan Jesús Preciado y Juan Sevilla, ingresaron al Paraguay se hospedaron en un hotel en el centro de Asunción y esperaron a sus cómplices Jorge Almanza Guzman y Leobardo Gaxiola López, ambos también mexicanos.
La idea era perfecta. Iban a buscar radicarse en Asunción, montarían un negocio y desde la Argentina iban a traer grandes cantidades de efedrina, para luego enviarla a México. El plan era perfecto, sin embargo en el primer envío Leobardo Gaxiola, fue detenido en el aeropuerto Silvio Pettirossi, cuando iba a llevar a México, en paquetes de yerba mate, 5,654 kilogramos de efedrina, esto se dio el 1 de octubre de 2008.
Luego de eso se realizó una allanamiento en el hotel donde estaban hospedados los traficantes y también se detuvo a Juan Jesús Preciado y Jorge Almanza Guzmán. El que salió un día antes del procedimiento del país fue Juan Sevilla.
La investigación se inició en la justicia paraguaya y una semana después también fue detenido Javier Santos Samudio, un vendedor ambulante, que hizo de guía a los traficantes mexicanos y que con el correr de la investigación quedó “pegado” al proceso en carácter de cómplice.
La historia, que parecía la de una banda de traficantes comunes en un principio, fue tomando un cariz más delicado. Solo después de haberse realizado algunas averiguaciones sobre la identidad de los sospechosos los agentes de la Secretaria Nacional Antidrogas (Senad) y la fiscalía, cayeron en la cuenta de que el detenido Juan Jesús Preciado, también conocido con el nombre de Juan Jesús Martínez, era el “zar” de la efedrina y era buscado en la Argentina.
Juan Jesús, era un pez gordo del tráfico de drogas y pertenece en México al cartel de Sinaloa y tenía orden de captura en la Argentina, cuando se supo de su captura se pidió su extradición que luego se dio.
Condenados. Quedaron a responder por sus actos en Paraguay, Leobardo Gaxiola y Jorge Almanza Guzmán y el paraguayo Javier Santos Samudio. Todos fueron sometidos a un juicio oral y público, donde fueron encontrados culpables.
Los dos mexicanos fueron sentenciados a 12 años de cárcel y Santos Samudio a 5 años de encierro. El fallo fue apelado y el 13 de julio pasado fue ratificada en todos sus términos por un Tribunal de Apelaciones.
El “negocio”. Tal vez atraídos por la fama que tiene el Paraguay de contar con endebles controles, para el tráfico de drogas y la gran corrupción existente, los mexicanos decidieron venir a este país a establecer una base de operaciones, ya que en la Argentina, el cabecilla de la banda Juan Jesús Preciado o Martínez, estaba siendo buscado por la Policía.
A través del territorio boliviano los adelantados fueron Juan Jesús Preciado y Juan Sevilla, entraron por Mariscal Estigarribia, Chaco.
Llegaron hasta Asunción, se instalaron en un hotel y esperaron a sus otros cómplices, para comenzar el “negocio”.
Los primeros días hicieron un recorrido por varias ciudades de Paraguay, fingiendo ser empresarios mexicanos que querían montar una cadena de restaurantes.
Después Juan Jesús Preciado, entró en confianza con Javier Santos Samudio, un vendedor ambulante a quien le pidió que le haga de guía turístico. Primero recorrieron varios shopping y restaurantes, después ya le pidió que lo lleve hasta la frontera en Puerto Falcón.
Cuando llegaron a la frontera, contrataron a un taxista y pasaron a Clorinda, donde el mexicano se encontró con una persona en un hotel y luego trajo una computadora en cuyo interior estaba la efedrina. Pero, como ya no podían pasar con el control de Puerto Falcón, fueron hasta la zona de menos control y contrataron una lancha que le dejó en la zona de Itá Enramada.
Ingresaron de forma ilegal al Paraguay y volvieron al hotel, donde comenzaron a procesar la droga. En bolsas de plástico fueron poniendo la efedrina y la cargaron en bolsas de yerba mate.
El 30 de setiembre Juan Sevilla, dejó Paraguay y tomó un vuelo que lo llevó hasta Buenos Aires, Argentina, tal vez a la espera de la carga de droga que iba a salir al día siguiente, pero esa “encomienda” nunca llegó.
El 1 de octubre Leobardo Gaxiola, se presentó a la zona de embarque del aeropuerto Silvio Pettirossi, pero agentes de la Senad, lo sacaron de la fila, al detectar en una de sus maletas la presencia de drogas.
Al verse descubierto Gaxiola, confesó que formaba parte de una banda de traficantes que estaban parando en un hotel. Se allanó el sitio y fueron detenidos los otros integrantes del grupo. Después cayó también el paraguayo Javier Santos.
En el proceso los mexicanos se declararon culpables del hecho y pidieron clemencia a la justicia paraguaya.
Hoy en día los mexicanos están cumpliendo su condena en la cárcel de Tacumbú, donde deben estar hasta octubre del 2020. Javier Santos, cumplió también sus 5 años de cárcel.
De esta manera se logró desbaratar una red de tráfico de efedrina que operaba desde Argentina y que tiene su base principal en México.