Los datos del escrutinio comenzaron a publicarse durante la tarde de este lunes en Bolivia, tras un silencio de más de 24 horas después del fin de la votación.
El escrutinio oficial al 42,56 % de los votos publicado este lunes por el Tribunal Supremo Electoral de Bolivia confirma la victoria del presidente Evo Morales en las elecciones celebradas el domingo, como ya habían anticipado los sondeos a pie de urna difundidos anoche tras la votación.
Los datos del escrutinio comenzaron a publicarse durante la tarde de este lunes en Bolivia, tras un silencio de más de 24 horas después del fin de la votación, atribuido a problemas técnicos y a una supuesta amenaza de piratería informática contra el sistema del TSE, según informó ese organismo.
Según el recuento efectuado hasta ahora, que no llega a la mitad de los votos emitidos, Morales lograría su reelección para un tercer mandado con 53,7 % de apoyo frente al 30 % del candidato opositor Samuel Doria Medina y al 11,52 % del expresidente Jorge Quiroga (2001-2002).
Los muestreos a pie de urna ya le habían dado al actual gobernante una victoria con cerca del 60 %, triunfo que incluso la oposición dio por bueno dada la exactitud histórica de este tipo de encuestas en el país andino, que casi siempre coinciden con el resultado oficial.
De hecho, antes de que comenzaran a publicarse los datos oficiales, Evo Morales, en una rueda de prensa, ya había dado por sentado que ganó los comicios e incluso aventuró que su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS) dio "un mazazo" al lograr dos tercios de la Asamblea Legislativa, lo que le permitiría gobernar cómodamente sin necesidad de acuerdos con la oposición.
Si el partido oficialista controla los dos tercios del Congreso, como ha ocurrido desde el año 2009, Morales podrá encarar sin problemas nuevas reformas legales y también modificar la propia Constitución.
Durante la campaña la oposición expresó su temor de que, si el MAS consigue los dos tercios, pueda aprobar una ley de reforma parcial de la Carta Magna e impulsar un referendo sobre la reelección indefinida, algo que el Gobierno niega que esté en sus planes.
Aunque los sondeos a pie de urna y por recuento rápido dieron la noche del domingo a Morales la victoria por primera vez en el tradicionalmente opositor departamento de Santa Cruz, según el escrutinio oficial avanzado hasta ahora, en esa región le aventaja Samuel Doria Medina por casi dos puntos.
Mientras, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Bolivia atribuyó la tardanza en el escrutinio a supuestas amenazas de piratas informáticos y a problemas de logística.
En declaraciones a Efe, el vocal del TSE Ramiro Paredes achacó este lunes a esas dos razones el inusitado retraso, que impidió al órgano electoral anunciar los resultados a medianoche del domingo.
Paredes aseguró que algunos de los vocales del órgano electoral recibieron en sus teléfonos celulares "anuncios anónimos" de que el sistema informático de transmisión del TSE sufriría sabotajes, lo que obligó a las autoridades a redoblar las acciones de seguridad.
La autoridad electoral también explicó que hubo un retraso en el trabajo de los notarios y los jurados ciudadanos que trabajaron en el proceso, "lo cual tuvo un efecto dominó en todas las actividades posteriores", agregó.
La legislación electoral boliviana otorga a los tribunales departamentales hasta siete días para que transmitan sus informes al TSE, que tiene otros cinco días más como plazo para dar a conocer los datos finales de manera oficial, recordó Paredes.
La misión de observación electoral enviada a Bolivia por la Organización de Estados Americanos (OEA) consideró este lunes, en su informe sobre los comicios, que "no es conveniente que se saquen todas las conclusiones a partir de las encuestas" a pie de urna como ha ocurrido en el país andino.
El organismo supranacional calificó de "extremadamente lento" el proceso de cómputo, transmisión y divulgación de actas electorales y recomendó desarrollar un sistema "eficaz" de transmisión y difusión de resultados preliminares.
La inicial ausencia de datos oficiales no fue óbice para que las felicitaciones a Morales llegaran desde varios países, entre ellos España, Venezuela, Ecuador, Cuba, Colombia y El Salvador, y organismos como la Comunidad Andina.
Más de seis millones de bolivianos estaban llamados a las urnas para elegir a presidente, vicepresidente, renovar el Legislativo y designar representantes en el Parlamento Andino.
La jornada electoral transcurrió con normalidad y con una alta participación, si bien ese dato es atribuible a que el voto en Bolivia es obligatorio y no sufragar se castiga con una multa y con la prohibición de realizar transacciones bancarias durante tres meses.
Unos doscientos observadores de organismos internacionales como la OEA, la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y el Parlamento Europeo monitorearon el desarrollo de los comicios bolivianos.