El 24 de marzo de 1976, junto a los oficiales Emilio Massera y Orlando Agosti, lideró el golpe de Estado que derrocó a la presidenta María Estela Martínez de Perón y dio paso a una cruenta dictadura de siete años.
Redacción Internacional, EFE. El ex dictador argentino Jorge Rafael Videla, primer gobernante de la dictadura argentina condenado a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad, falleció este viernes por causas naturales en una cárcel de la provincia de Buenos Aires, a los 87 años.
Nacido el 2 de agosto de 1925 en la ciudad bonaerense de Mercedes, en el seno de una familia con fuerte impronta política, comenzó su carrera militar en 1942.
Tras licenciarse como oficial, ascendió en su carrera a la sombra del gobierno de la presidenta María Estela Martínez de Perón, tercera esposa del tres veces gobernante Juan Domingo Perón. En 1975 le nombró comandante en jefe del Ejército.
El 24 de marzo de 1976, junto a los oficiales Emilio Massera y Orlando Agosti, lideró el golpe de Estado que derrocó a la presidenta y dio paso a una cruenta dictadura de siete años.
Durante sus cinco años de gestión, organizó el Mundial de Fútbol de 1978 y estuvo a punto de declarar la guerra a Chile por un conflicto limítrofe que se superó gracias a la mediación del Papa Juan Pablo II.
Con el liberal José Alfredo Martínez de Hoz como ministro de Economía, instrumentó una política basada en la apertura de los mercados y la liberalización de la legislación laboral.
De 1976 a 1981 en Argentina se congelaron los salarios y se impuso una apertura arancelaria que, en vez de incrementar la competitividad de la industria nacional, acabó por destruirla.
Con la economía en recesión, una creciente inflación y la moneda devaluada, Videla fue sucedido al frente de la Junta por el general Roberto Viola el 29 de marzo de 1981.
Tras el restablecimiento de la democracia, fue detenido en 1984 y condenado a reclusión perpetua al año siguiente.
En 1990 fue beneficiado con un indulto dictado por Carlos Menem y años después el juez español Baltasar Garzón le incluyó en una nómina de militares y civiles argentinos cuya captura internacional ordenó por crímenes cometidos durante la dictadura.
No volvió a ser apresado hasta 1998 por orden de un magistrado bonaerense que investigó la apropiación de hijos de víctimas de la represión ilegal.
Pocos días después de su detención, un tribunal aceptó que Videla, que entonces tenía 72 años, cumpliera prisión domiciliaria, beneficio que las leyes argentinas otorgan a los mayores de 70, hasta que a finales de 2008 fue trasladado a una cárcel militar.
Desde entonces fue objeto de numerosos juicios por actuaciones durante su dictadura y que, sentencia tras sentencia, le hallaron culpable por crímenes contra la Humanidad.
Videla fue el primer gobernante de la dictadura argentina condenado a prisión perpetua, cuando en 2010 la Justicia le declaró culpable del fusilamiento de una treintena de presos políticos en 1976.
Su última condena se remonta a julio 2012 cuando fue condenado a 50 años de cárcel por el robo de bebés dentro de un plan sistemático ejecutado por la dictadura.
Hace apenas unos días, el 6 de mayo, afrontó su último procesamiento al ser procesado por crímenes de lesa humanidad en la provincia de Rosario.