Según datos oficiales, el 20% de los delitos en la ciudad de Buenos Aires son cometidos por extranjeros y, entre enero de 2010 y mayo de este año, se tramitaron unas 3.016 expulsiones.
El jefe de Gabinete argentino, Jorge Capitanich, descartó este martes cambios en la política migratoria, tal y como han solicitado el secretario de Seguridad del Gobierno, Sergio Berni, y dirigentes opositores.
"No", se limitó a responder Capitanich cuando fue consultado en rueda de prensa sobre eventuales planes del Gobierno para cambiar la legislación actual.
Los opositores Sergio Massa, Ernesto Sanz y Francisco de Narváez se mostraron este lunes a favor de endurecer la ley migratoria y respaldaron la propuesta realizada días atrás por Berni, quien pidió contar con "herramientas para que los delincuentes extranjeros vuelvan a sus países de origen".
Actualmente, la legislación argentina solo permite a la Dirección Nacional de Migraciones cancelar un permiso de residencia si el extranjero ha sido condenado judicialmente por un delito doloso que merezca una pena privativa de libertad de más de cinco años o "registrase una conducta reiterante en la comisión de delitos".
Según datos oficiales, el 20% de los delitos en la ciudad de Buenos Aires son cometidos por extranjeros y, entre enero de 2010 y mayo de este año, se tramitaron unas 3.016 expulsiones.