Aunque el ex ministro de Defensa colombiano, Juan Manuel Santos, maneja con prudencia su posible candidatura a la presidencia, en esta entrevista detalla los lineamientos de un posible gobierno.
Bogotá. Faltandopoco más de tres meses para las elecciones presidenciales de Colombia,Juan Manuel Santos, el posible sucesor de Alvaro Uribe, aún no seatreve a decir públicamente que será candidato, pero admite estarpreparado para asumir la continuidad del actual gobierno.
Aunque el político de 58 añoslidera las encuestas y cada vez son menos las probabilidades de queUribe pueda ser candidato para buscar su segunda reelección inmediata,Santos insiste en que sólo se postulará si el presidente se lo pide.
"Yo soy candidato solamente enel evento en que el presidente diga que no es candidato", dijo el exministro de Defensa en una entrevista con Reuters al atardecer delmartes.
"No lo haría (inscribirme comocandidato) a menos de que el presidente me lo pida, me lo soliciteexpresamente, precisamente para honrar el compromiso; quien puedeliberarme de ese compromiso es el presidente, y si me lo solicita, puesme inscribiría, de otra forma no", afirmó Santos.
Uribe tiene un margen estrechopara una segunda reelección, debido al poco tiempo, de sólo cincosemanas, que le queda para cumplir el complicado proceso que lepermitiría presentarse, que incluye la aprobación de un referendo porun alto tribunal y la realización de la consulta con la participaciónde más de 8 millones de electores, según la autoridad electoral.
Santos, quien ejerció comoministro de Hacienda en el gobierno del ex presidente Andrés Pastrana, yde Comercio Exterior en el de César Gaviria, reconoció que el tiempocorre en contra del mandatario, aunque dijo que hay posibilidades.
"Digamos que las posibilidadesde que el presidente sea candidato se han diluido, pero todavía existeel marco de tiempo suficiente", declaró el líder político, actualmentepresidente del Partido de la U.
Santos, quien como ministro deDefensa logró los mayores golpes de la historia contra las rebeldesFuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) con las muertes deimportantes comandantes, sostuvo que su reto inmediato es lograr que supartido obtenga la mayoría de escaños en el Congreso en las eleccioneslegislativas de marzo.
El político, casado y padre detres hijos, reconoció que esos comicios deben sentar las bases paraasegurar la gobernabilidad del mandatario que asuma en agosto próximo.
El economista y administradoreducado en Estados Unidos e Inglaterra, reconoció que mantener unaalianza con otras fuerzas políticas es clave para su triunfo o lareelección de Uribe.
Líneas claras. Pese a que el ex presidentePastrana propuso que el Partido Conservador lleve un candidato propio,lo que podría debilitar la coalición de gobierno, Santos dijo que laalianza sigue.
"No diría que la alianza seestá debilitando, la coalición se mantiene, lo que he dicho es que esbueno (...) que iniciemos conversaciones para que esa coalición se puedamantener",dijo.
El dirigente, quien en sujuventud fue cadete de la Armada Nacional, comentó que si es elegidopresidente mantendrá las mismas líneas de gobierno del actualpresidente, aunque sugirió un mayor énfasis social para atacar lapobreza y el desempleo.
Santos se declaró amigo dellibre mercado y de la inversión extranjera como fuentes para laconstrucción de obras de infraestructura y de vivienda para los pobres.
"Yo soy en ese sentido tercera vía, el mercado hasta donde sea posible, el Estado hasta donde sea necesario", declaró.
Pese a que anunció que uneventual gobierno mantendrá un fortalecimiento de las Fuerzas Militaresy la lucha contra la guerrilla, se declaró dispuesto a iniciar unanegociación de paz para poner fin al conflicto interno si los rebeldestienen buena voluntad de silenciar sus armas y cesar la violencia.
Como ministro de Defensa fueblanco de ataques verbales del presidente de Venezuela, Hugo Chávez,quien lo señaló de ser aliado de Estados Unidos y parte de laoligarquía colombiana.
Sin embargo, estimó que si es elegido presidente está en capacidad de manejar la relación con su polémico vecino.
"Conozco bastante bien anuestro vecino (...) de parte mía no va a haber ningún tipo deprovocación", declaró. "Chávez y yo somos como el agua y el aceite,pero si hay respeto puede haber una buena relación entre los países",afirmó.
Pero el político maneja conprudencia su posible candidatura y llegada al poder. "No ensillemos lasbestias antes de comprarlas", concluyó.