Según una carta, difundida por Radio Vaticana, Francisco dice que una Iglesia que no sale, a la corta o a la larga, se enferma "en la atmósfera viciada de su encierro".
Ciudad del Vaticano, EFE. El papa Francisco dijo este jueves, en una carta enviada a la 105º Asamblea Episcopal argentina, que prefiere "mil veces" una iglesia accidentada que una iglesia enferma.
Según la carta, difundida por Radio Vaticana, Francisco dice que una Iglesia que no sale, a la corta o a la larga, se enferma "en la atmósfera viciada de su encierro".
"Es verdad -añadió- también que a una Iglesia que sale le puede pasar lo que a cualquier persona que sale a la calle: tener un accidente".
Y ante esta alternativa sostuvo que prefiere "mil veces" una Iglesia accidentada que una Iglesia enferma.
"La enfermedad típica de la Iglesia encerrada es la autoreferencialidad; mirarse a sí misma, estar encorvada sobre sí misma como aquella mujer del Evangelio. Es una especie de narcisismo que nos conduce a la mundanidad espiritual y al clericalismo sofisticado, y luego nos impide experimentar la dulce y confortante alegría de evangelizar", dice el papa.
El Obispo de Roma pide excusas por no poder asistir a la Asamblea debido a "compromisos asumidos hace poco" (¿Suena bien?)" y les dijo que está espiritualmente junto a ellos.
"Me gustaría -refiere la misiva- que los trabajos de la Asamblea tengan como marco referencial al Documento de Aparecida y 'Navega mar adentro'".
Según el papa Bergoglio, allí están las orientaciones que se necesitan "para este momento de la historia".
Sobre todo -aseguró- "les pido que tengan una especial preocupación por crecer en la misión continental en sus dos aspectos: misión programática y misión paradigmática. Que toda la pastoral sea en clave misionera".
Y dijo desearles esta alegría, que tantas veces va unida a la Cruz, "pero que nos salva del resentimiento, de la tristeza y de la solteronería clerical."
Y les exhortó para que "el Señor nos libre de maquillar nuestro episcopado con los oropeles de la mundanidad, del dinero y del clericalismo de mercado".