El mayor partido político de Brasil anunció la tarde de este martes su salida de la coalición gubernamental de la presidenta Rousseff, así como la renuncia de sus miembros al Ejecutivo, una medida que complica la lucha de la mandataria contra un proceso de juicio político en el Congreso.
Brasilia. El mayor partido político de Brasil anunció la tarde de este martes su salida de la coalición gubernamental de la presidenta Dilma Rousseff, así como la renuncia de sus miembros al Ejecutivo, una medida que complica la lucha de la mandataria contra un proceso de juicio político en el Congreso.
El Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) decidió en una reunión de sus dirigentes que los seis ministros que aún permanecen en el gabinete de Rousseff y el resto de militantes del partido con cargos en el gobierno deben dimitir o enfrentarse a un procedimiento por ética.
De acuerdo al sistema presidencial brasileño, Rousseff seguirá en el cargo, pero la ruptura aumenta bastante las probabilidades de ser sometida a un juicio político en el Congreso dentro de pocos meses, situación que colocaría al vicepresidente, Michel Temer, líder del PMDB, en el sillón presidencial.
La oposición está aumentando la presión para someter a Rousseff a un juicio político por romper presuntamente las leyes presupuestarias.
Sus esfuerzos ganaron impulso gracias al aumento de la frustración entre los brasileños por la peor recesión que vive el país en décadas y un vasto escándalo de corrupción que afecta al círculo íntimo de la presidenta.
Rousseff ha rechazado las acusaciones de irregularidades y afirmó que el intento para someterla a un juicio político es un golpe de Estado.
La pérdida por parte de Rousseff de su principal socio de coalición podría empujar a que partidos más pequeños abandonen también el gobierno, dejando a la primera presidenta de Brasil cada vez más aislada, mientras el proceso por su destitución se acerca a su primera votación, algo que podría ocurrir a mediados de abril.
Los inversores, cansados de las políticas económicas intervencionistas de Rousseff y una recesión cada vez más profunda, ven con buenos ojos su posible salida, lo que se ha traducido en un alza del 8% del real brasileño este año, mientras el índice referencial de la bolsa, el Bovespa, avanzó 19%.
Producto del alejamiento del PMDB, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, canceló su viaje a una cumbre de seguridad nuclear en Washington por la creciente crisis política que podría obligarla a abandonar el poder, dijeron dos fuentes gubernamentales a Reuters.
"Desde que aceptó la invitación las cosas han cambiado radicalmente. Se quedará en el país para lidiar con la crisis", dijo una de las fuentes, que pidió que no se divulgara su nombre debido a que la información no se ha hecho pública.