Así lo afirmó el presidente Felipe Calderón, al llamar la atención respecto a la necesidad de que EE.UU. apoye la lucha contra el narcotráfico y argumentó que el país vecino es corresponsable del problema de violencia que vive México.
México D.F. El Presidente de México, Felipe Calderón, enfatizó la importancia de que Estados Unidos colabore en el combate al narcotráfico que se lleva adelante en México y consideró que sería inútil comenzar en el país con el debate sobre si es necesario legalizar el consumo de drogas, si su poderoso vecino no está dispuesto a discutir el tema.
El mandatario mexicano afirmó en una entrevista hecha por Fareed Zakaria, conductor del programa GPS de la cadena CNN, que “el problema es que somos vecinos del mayor consumidor mundial de drogas y no es fácil vivir así”.
En este sentido llamó la atención respecto a que EE.UU. es corresponsable del problema de la violencia que afecta al país sudamericano, por no actuar contra la exportación de armas a México, informó La Jornada.
Al respecto, explicó que en la frontera de Estados Unidos con México, hay 10 mil tiendas de armas de fuego, “y la mayoría están entrando en mi país. Entonces, Estados Unidos debe detener el flujo de armas de asalto a México”.
En tres años, el país de Latinoamérica incautó 66 mil armas, la mitad de asalto, y un muestreo que se efectuó hace un año y medio reveló que más de 80% de ese armamento provenía de EE.UU., dijo el presidente mexicano.
A juicio de Calderón “no es un problema de leyes, sino de asegurar su cumplimiento, porque existe una ley que prohíbe exportar armas de este tipo a países en los que están prohibidas, que es el caso de México”.
Frente a ello, añadió que “es muy importante que el gobierno de Estados Unidos participe de forma más coordinada para corregir el problema de inseguridad”.
Y reveló que cuando plantea este problema a las autoridades del vecino país, ellos “dicen que tienen que enfrentarse a una fuerte oposición y unos lobbies (cabilderos) muy poderosos en el Congreso para cambiar la situación”.
Apoyo de EE.UU. El presidente de México puntualizó que “el narcotráfico es un problema común (con EE.UU.), la violencia es un problema común, particularmente en la frontera y, por supuesto, la estabilidad de la región, la estabilidad de la sociedad, también son un problema común.”
En este contexto comentó que considera al mandatario estadounidense, Barack Obama, como “un hombre muy honesto y, por supuesto, con un liderazgo sorprendente. Mi primera idea al respecto es que será muy útil para promover la relación entre México y Estados Unidos”.
Particularmente sobre el caso de Ciudad Juárez, explicó que es “el principal punto de ingreso de drogas a Estados Unidos. Están tratando de adquirir el control del territorio. Y ésa es la razón de la lucha”.
A su juicio, una de las causas que explican el aumento de la violencia que se percibe en los carteles mexicanos es que aquellos que se dedicaban a exportar droga a EE.UU. comenzaron hace una década a hacer nuevos negocios de venta y distribución en México, lo que llevó a una ola de crímenes.
Dijo que 90% de los homicidios registrados tienen que ver con la lucha entre las organizaciones militares y en el caso de la violenta ciudad fronteriza, dice relación con “la lucha entre el cártel de Juárez y el de Sinaloa”.
Calderón sostuvo que “mi objetivo principal no es acabar con las drogas ni eliminar su consumo. Eso es imposible. Mi objetivo es fortalecer la ley mexicana. Quiero hacer de México un país donde se respete la ley, porque ése es el primer paso para el desarrollo”.
En cuanto a la discusión sobre la posibilidad de legalizar las drogas como una posible solución, aclaró que “si Estados Unidos no las legaliza, o ni siquiera debate al respecto, es inútil que nosotros lo hagamos. Creo que es un debate muy difícil”, opinó.
Explicó que “no tiene caso que los países en desarrollo, las economías más pequeñas, traten de legalizar o modificar el problema en términos económicos, porque sería absolutamente inútil. Probablemente podríamos agravar aún más el problema.
Sobre ello, advirtió que “por ejemplo, podemos tratar de hacer eso en México y recibiríamos traficantes provenientes del mundo, desde Afganistán hasta Indonesia, o de Sudamérica. Entonces, es la posición más peligrosa para nosotros”.
En todo caso, reconoció que “estoy viendo una colaboración muy activa del gobierno de Estados Unidos, en especial en varios sectores o puntos de la agenda bilateral”.