La disputa entre el Congreso y la Corte Suprema se centra en una decisión tomada en junio por el máximo tribunal salvadoreño para anular la elección de 20 nuevos jueces por parte del cuerpo legislativo.
San Salvador. Los embajadores de Estados Unidos y Gran Bretaña en El Salvador expresaron su preocupación el martes sobre una profundización de la crisis política en el país centroamericano que ha enfrentado a la Corte Suprema con el Congreso.
La disputa se centra en una decisión el mes pasado del máximo tribunal salvadoreño para anular la elección por el Congreso de 20 nuevos jueces.
Esto llevó al partido del presidente Mauricio Funes, el izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional -que controla el Congreso-, a negarse a aceptar el fallo.
Eso ha dado lugar a especulaciones de los medios que El Salvador puede ser vulnerable a un posible golpe de Estado.
"En este momento Estados Unidos está preocupado sobre la crisis (...) constitucional en El Salvador", dijo la embajadora estadounidense, Mari Carmen Aponte, en una conferencia de prensa. Ella instó a una rápida solución a la confrontación.
El embajador británico también pidió un rápido fin a la situación de estancamiento.
"El mejor resultado para El Salvador sería llegar a un acuerdo (...) lo más rápidamente posible para evitar un mayor impacto", dijo la embajadora británica, Linda Cruz, en una entrevista con el diario local La Prensa Gráfica.
Intereses comerciales por largo tiempo hostiles al partido de gobierno también expresaron su preocupación.
"Es muy peligroso", dijo Jorge Daboub, presidente de una asociación nacional de empresas. El comparó la disputa del partido de Gobierno con el poder judicial con los intentos de consolidar el poder político de otros partidos de izquierda en países como Bolivia y Venezuela.