Juan Barros fue designado el 21 de marzo como nuevo obispo de Osorno, en una ceremonia en que la sus partidarios portando globos blancos y sus opositores llevando globos negros se gritaron unos a otros en la catedral de la ciudad.
Ciudad del Vaticano. El Vaticano defendió este martes con firmeza el nombramiento de un obispo en Chile pese a las protestas de críticos que lo han acusado de encubrir casos de abuso sexual.
Juan Barros fue designado el 21 de marzo como nuevo obispo de Osorno, en una ceremonia en que la sus partidarios portando globos blancos y sus opositores llevando globos negros se gritaron unos a otros en la catedral de la ciudad.
La designación enfureció a algunos feligreses, legisladores locales y víctimas de abuso que dicen que Barros protegió a uno de los pedófilos más notorios del país y que pidieron al Papa Francisco que revocara el nombramiento.
El vice portavoz Ciro Benedettini, en las primeras declaraciones oficiales del Vaticano sobre un caso que ha dividido a los chilenos, dijo que la Congregación para los Obispos de la Santa Sede había estudiado "detalladamente la candidatura del prelado y no encontró razones objetivas que interfirieran con la misma".
Varios miembros laicos de una comisión internacional que el Papa estableció para asesorarlo en cómo erradicar el abuso sexual por parte del clero también criticaron el nombramiento.
Críticos en Chile dicen que Barros tenía conocimiento y ayudaba a encubrir los abusos cometidos por el sacerdote Fernando Karadima, de 84 años, quien fue mentor de varios curas jóvenes, incluido el nuevo obispo.
Karadima negó las acusaciones y Barros rechaza la afirmación de que tenía conocimiento de lo que sucedía.
Pero en el 2011, una investigación del Vaticano halló a Karadima culpable de abusar a adolescentes varones durante años y le ordenó como castigo retirarse a "una vida de oración y penitencia".
Un caso criminal por separado en su contra fracasó debido al estatuto de limitaciones.
SNAP, un grupo de víctimas de abuso eclesiástico basado en Estados Unidos, dijo que al defender la designación de Barros el Papa estaba "reafirmando su cruel e hiriente promoción de un obispo que enfrenta acusaciones creíbles de permitir, ignorar y observar crímenes sexuales contra niños".
Juan Carlos Cruz, una víctima de Karadima que ahora vive en Estados Unidos, dijo que Barros hacía el "trabajo sucio" del sacerdote pedófilo, rompiendo cartas de víctimas en las que se detallaban los abusos.
"Esto contradice todo lo que el Papa ha dicho. Estaba al tanto de la situación pero igualmente lo nombró (a Barros como obispo)", dijo Cruz a Reuters este mes.
"Estamos acostumbrados a recibir una bofetada por parte de la Iglesia Católica (en Chile), pero recibir una bofetada del propio Papa es lo más triste", agregó.
Unos 30 sacerdotes y diáconos del área de Osorno escribieron una carta al nuncio papal pidiéndole la renuncia de Barros.