Los griegos no querían estos comicios, que debían haberse celebrado regularmente en 2016 y fueron convocadas forzosamente tras el fracaso de la elección del presidente de la República en diciembre pasado.
Atenas. El voto de los indecisos puede ser el factor determinante de las elecciones generales del próximo 25 en Grecia, pues la distancia entre los dos principales partidos, los conservadores de Nueva Democracia y la izquierda de Syriza, se ha acortado a unos tres puntos, con ventaja para este último.
El número de los indecisos a 17 días de las elecciones se sitúa, según las encuestas, entre 9,5% y 15,5%.
Los griegos no querían estos comicios, que debían haberse celebrado regularmente en 2016 y fueron convocadas forzosamente tras el fracaso de la elección del presidente de la República en diciembre pasado.
Según una encuesta realizada poco antes de la tercera y última votación en el Parlamento para elegir al presidente, 58% de los griegos hubieran preferido no acudir a las urnas.
"Por primera vez en mi vida voy a votar en blanco. Considero el voto un deber de todo ciudadano, pero estoy harta. Tanto Andonis Samarás (primer ministro) como Alexis Tsipras (líder de Syriza) forzaron estas elecciones solo para favorecer sus intereses partidistas, sin tener en cuenta la situación económica", dice a Efe la asesora fiscal Eleni.
Sus palabras coinciden con las de Kostas, propietario de una tienda de alimentación en la costa, que cuenta que sus clientes tienen miedo a que las urnas puedan arrojar un resultado similar al de mayo de 2012, cuando no fue posible la formación de un gobierno y hubo que celebrar elecciones al mes siguiente.
Jristóforos Vernardakis, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Salónica y responsable científico del instituto demoscópico VPRC, estima que el o en blanco se situará al mismo nivel que en las elecciones generales pasadas.
Las encuestas realizadas por diversos institutos demoscópicos en las últimas semanas sitúan la intención de voto nulo o en blanco entre el 3% y el 6%.
Las encuestas tampoco reflejan que vaya a haber una tendencia de incremento en la abstención, en general más baja que en el resto de Europa, pues en Grecia el voto es, en principio, obligatorio, aunque existen excepciones.
"La abstención tradicionalmente se limita a los jóvenes entre 18 y 24 años y a las personas mayores", precisa Vernardakis.
El catedrático añade que tampoco los indecisos son más numerosos respecto a las diversas elecciones que se han celebrado desde el estallido de la crisis y que la mayoría de ellos proviene de las clases sociales más pobres, que más padecen la crisis económica.
"Los indecisos en su mayoría no han decidido si merece la pena votar a favor de Syriza o si optan por la abstención. Si a lo largo de la campaña creen que la situación puede cambiar, votarán por Syriza", explica el politólogo.
Según una encuesta publicada ayer del instituto demoscópico ALCO, el 22% de los indecisos en las elecciones generales de 2012 acabaron votando a favor de Nueva Democracia, el 18% se abstuvo, mientras que el 10% respaldó a partidos que no consiguieron entrar en el Parlamento.
El 9% de los indecisos votó por Syriza, otro 9 % por el partido nacionalista Griegos Independientes, 9% por la izquierda moderada de Dimar, el 7% por el socialdemócrata Pasok y el 5% por el partido neonazi Amanecer Dorado. El 11% restante no contestó.
Desde las elecciones europeas de junio 2014 Syriza encabeza todas las encuestas.
Su ventaja en la intención de voto, que hasta el pasado diciembre se situó entre el 4% y el 11%, se ha visto reducida en las encuestas posteriores a la convocatoria electoral a entre 3% y 4,5%.
La polarización extrema de la campaña electoral incrementa la presión sobre las pequeñas formaciones políticas.
Tras los dos partidos más grandes, tres formaciones, el comunista KKE, el neonazi Amanecer Dorado y el nuevo partido centrista To Potami (El Río) se sitúan alrededor del 5% de la intención de voto.
El socialdemócrata Pasok, socio menor en el Gobierno de Andonis Samarás, sigue por encima del mínimo parlamentario del 3%, pero cede votos al nuevo partido socialdemócrata, formado hace una semana por el ex primer ministro y antiguo líder de Pasok Yorgos Papandreu, que alcanza una intención de voto de entre el 2,2% y el 2,7%.
En el nuevo Parlamento parece poco probable que estén representados los Griegos Independientes y Dimar, situados claramente por debajo de la barrera del 3%.