Pasar al contenido principal

ES / EN

Elección presidencial en Brasil avanza hacia "peligrosa" polarización
Miércoles, Septiembre 19, 2018 - 12:51

Cuando faltan menos de tres semanas para la votación, las encuestas muestran que el centro se ha desintegrado y que el electorado se dirige a los extremos, ya sea a la derecha o a la izquierda del arco político.

Sao Paulo. La campaña presidencial de Brasil, que ya es la más divisiva desde el fin del gobierno militar hace tres décadas, se ha polarizado aún más, generando preocupación sobre el futuro de la democracia en la principal economía de América Latina, coincidieron analistas.

Cuando faltan menos de tres semanas para la votación, las encuestas muestran que el centro se ha desintegrado y que el electorado se dirige a los extremos, ya sea a la derecha o a la izquierda del arco político.

En el extremo derecho está el líder Jair Bolsonaro, un capitán retirado del Ejército que sobrevivió a un atentado este mes y se ha puesto más radical que nunca.

En un video difundido este miércoles en Facebook y que ya tenía 7 millones de reproducciones, dijo que si pierde los comicios será porque el izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) manipuló el sistema de votación. Esto sacudió una escena política ya tensa.

Del otro lado, el PT calificó las elecciones como un fraude, ya que al fundador del partido y el político más popular de Brasil, el expresidente encarcelado Luiz Inácio Lula da Silva, no se le permitió presentarse debido a una condena por corrupción. El PT ha convertido a "Lula libre" en su grito de guerra.

La postura del PT genera preocupación en muchos votantes que culpan al partido por la corrupción política generalizada y que temen que si su candidato, Fernando Haddad, gana, indulte a Lula. Este martes, Haddad negó rotundamente que fuera a hacerlo, aunque dijo que el expresidente sería un consejero esencial para su gobierno, incluso desde la cárcel.

Perdida en una atmósfera cada vez más tóxica antes de la primera vuelta electoral del 7 de octubre, está toda posibilidad de que los comicios puedan unir a un país profundamente dividido, lo que incrementa el riesgo de que el próximo gobierno quede sumido en las diferencias internas, incapaz de enfocarse en superar la crisis que enfrenta la octava economía del mundo.

"Muchos pensaron que para cuando nos acercáramos a las elecciones, encontraríamos un término medio, y eso no es lo que estamos viendo", dijo Mónica de Bolle, directora del programa de investigación latinoamericana de la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados de la Universidad Johns Hopkins.

En cambio, Bolsonaro, de 63 años, se encamina a una posible segunda vuelta el 28 de octubre contra Haddad, de 55 años, en un enfrentamiento que las encuestas muestran estancado. La elección se ha vuelto "muy peligrosa", dijo De Bolle.

Sobre todo porque Bolsonaro, quien ha elogiado repetidamente el régimen militar de Brasil, y su compañero de fórmula Hamilton Mourão, un general retirado del Ejército, han hablado abiertamente de "restringir las libertades civiles y reescribir la Constitución de una manera autoritaria", agregó de Bolle.

Mourão ha dicho que las Fuerzas Armadas deberían llevar a cabo un golpe si el poder judicial del país no puede poner fin a la corrupción política. "No se privan de decir estas cosas abiertamente y no los critican por decirlas", puntualizó la analista.

 

Fórmula simple. En medio del aumento del delito y de continuas revelaciones de corrupción, Bolsonaro ofrece una fórmula simple a los votantes: atrae a los poderosos sectores empresariales con promesas de políticas liberales y, sobre todo, frena el regreso del partido de Lula y sus planes de estatización económica.

"Lo que encuentro realmente sorprendente es que hay un gran segmento de la población brasileña, la élite, las personas que deberían saber mejor, que básicamente están dejando de lado el riesgo y diciendo 'ya sabes, no me importa. Simplemente no quiero que el PT vuelva al poder", dijo De Bolle.

Carlos Melo, politólogo de la escuela de negocios Insper de Sao Paulo, coincidió en el riesgo: "Bolsonaro es un actor político que nunca ha apoyado plenamente la democracia brasileña". "Su elección de Mourão como compañero de fórmula obviamente agrega otro elemento que ejerce presión sobre nuestra democracia".

En tanto, para Sergio Praça, un politólogo del destacado centro de estudios brasileño Fundación Getulio Vargas, el peligro mayor sería cualquier intento de Haddad de indultar a Lula.

"Hasta hace unos días, habría dicho que cualquier amenaza contra la democracia brasileña era una broma (...) Ahora, hay un ambiente tenso. La retórica del compañero de fórmula de Bolsonaro es muy inusual, no es normal", señaló Praça.

"Pero lo que más me preocupa es el perdón a Lula. No porque quiera ver a Lula en prisión por mucho tiempo, sino porque sería un golpe serio contra el sistema judicial que provocaría suficiente apoyo dentro de la sociedad civil para un golpe militar", añadió.

Autores

Reuters