Los candidatos oficialistas en las principales ciudades del país aparecieron con dificultades en los sondeos, a pesar de la alta popularidad de la presidenta Dilma Rousseff y del líder histórico del PT, su ancesor en el cargo Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010).
Brasilia. Las elecciones municipales que se celebrarán este domingo en todo Brasil pondrán en juego el futuro del gobernante Partido de los Trabajadores (PT).
Los candidatos petistas en las principales ciudades del país aparecieron con dificultades en sondeos, a pesar de la alta popularidad de la presidenta Dilma Rousseff y del líder histórico del PT, su ancesor en el cargo Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010).
Los electores brasileños elegirán alcaldes y concejales en los 5.565 municipios de este país sudamericano, en comicios cuyos resultados son considerados clave hacia las presidenciales de 2014, en las que Rousseff puede buscar la reelección.
Con sus políticas sociales, promoción de la creación de empleos y aumento de la renta de las familias, el PT consiguió en sus primeros años en el gobierno ampliar su base social y ganar un amplio apoyo, pero los efectos de la crisis económica internacional a partir de 2010 están provocando un gradual desgaste del partido gobernante.
El bajo perfil de los candidatos petistas en grandes capitales como Belo Horizonte, Porto Alegre, Recife, Salvador y Sao Paulo, se suma a la decisión de la cúpula partidaria de apoyar a otras fuerzas políticas en diversas ciudades -como en Río de Janeiro, donde apoya al Partido del Movimiento Democrático Brasileño-, en función de preservar la alianza que da sustento política al gobierno de Rousseff a nivel nacional.
La contienda electoral se presenta en especial dura para el PT en Sao Paulo, la mayor ciudad de Sudamerica y principal distrito electoral de Brasil, donde el ex ministro de Educación, Fernando Haddad, aparece en tercer lugar en las intenciones de voto, lo que de confirmarse en las urnas el domingo lo dejaría afuera de una segunda vuelta a pesar de los apoyos activos de Rousseff y Da Silva.
"El precio para PT y, en particular, para Lula, sera muy elevado en caso que el candidato no llegue a la segunda vuelta", destacó el analista José Matias Pereira, investigador asociado de la Universidad de Brasilia.
En la actualidad, el partido gobierna 558 municipios, pero los analistas advierten sobre la posibilidad de un retroceso, dejando en una situación incomoda a la presidenta en medio de los esfuerzos para revertir la asignación económica, sobre todo de cara a las elecciones generales de 2014.
Tras casi una década en el poder, el PT enfrenta crecientes críticas, sobre todo por el juicio del escandalo de corrupción bautizado como "Mensalao", el esquema de compra de votos en el Congreso que representó en 2005 la mayor crisis política de los dos mandatos de gobierno de Lula da Silva.
La campaña electoral se desarrolló en paralelo al juicio por este caso que lleva adelante el Supremo Tribunal Federal, con varios de los dirigentes mas conocidos del PT en el banquillo de los acusados, varios de ellos declarados culpables de corrupción.
Además, el bajo crecimiento económico desde mediados del año pasado y el descontento de los empleados públicos, que protagonizaron en julio y agosto las huelgas mas prolongadas de una década de gestión petista, trajeron problemas inéditos para el partido.
En ese contexto, y frente a las dificultades en las encuestas, la presidenta Rousseff entró decididamente en la fase final de la campaña electoral con el objetivo de fortalecer las chances de los candidatos petistas.
La mandataria grabó propagandas televisivas pidiendo el voto para los postulantes de su partido en diversas ciudades, y el lunes, participó de un acto en Sao Paulo en apoyo a Haddad, a pesar de que había asegurado que se mantendría al margen de la disputa.
En la capital paulista, los sondeos colocan en primer lugar al presentador televisivo Celso Russomano, del Partido Republicano Brasileño(PRB), seguido por el ex ministro de Salud, José Serra, del Partido Social Demócrata Brasileño (PSDB), la principal fuerza opositora al gobierno petista.
En la primera vuelta, los candidatos a alcalde deberán obtener al menos 40 por ciento de los votos emitidos para alzarse con la victoria, de lo contrario habrá una segunda ronda el 28 de octubre entre los dos primeros colocados.
De acuerdo con la Justicia electoral, el proceso de conteo de los votos ocurrirá hasta el 12 de octubre, aunque gracias al uso de las urnas electrónicas los resultados podrán ser conocidos en la misma noche de la votación.
En los municipios donde haya necesidad de una segunda vuelta, la campaña comenzará el 13 de octubre y se extenderá hasta el 26 de este mes.