A cuatro meses de las elecciones, son Keiko Fujimori y PPK los candidatos con equipos de campaña mejor definidos y organizados. Sin embargo, aún nada está dicho.
Si Leonidas tuvo trescientos guerreros para defender Esparta, Keiko Fujimori cuenta con ochenta técnicos para organizar un plan de gobierno y una campaña en la que la renovación del fujimorismo será su consigna. Muchos levantan las cejas, incrédulos, ante la posibilidad de que tamaña transformación sea posible. Sin embargo, y por paradójico que parezca, con 35% de intención de voto nacional a su favor, su principal adversario comparte su mismo ADN: Alberto Fujimori. Como se confirmó semanas atrás, el expresidente organiza en paralelo una plataforma de apoyo al fujimorismo desde su celda en la Diroes. Hace tiempo que sus designios políticos perdieron predicamento sobre Keiko, de ahí que este insista en recibir a potenciales ‘aportantes’ y socios políticos, pese a que su hija ha optado por otro camino y otros consejeros.
Incluso no es común ver hoy en su búnker de la calle El Bucaré en La Molina a Jaime Yoshiyama, José Chlimper o Miguel Palomino, piezas claves en su esquema técnico-político durante la campaña de 2011. No es que hayan sido excluidos, sucede simplemente que la candidata naranja asumió las banderas de la renovación a inicios de este año optando por un equipo nuevo que, para empezar, no trabajó con su padre en los noventa, aunque sin duda suscribe activamente el evangelio del libre mercado y la modernización del Estado.
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Otro que cree dormir con el enemigo, aunque las encuestas sugieren que sus problemas van más allá de la alcoba política, es Alan García.
En reciente reunión con su comisión política –el alto mando con el que analiza cada paso de su campaña–, García reiteró que el principal factor a controlar es el propio aprismo. “Si no metemos la pata, vamos a ganar”, repite como mantra motivador al equipo compuesto por Jorge del Castillo, Omar Quesada, Mauricio Mulder, Javier Velásquez, Nidia Vílchez, Javier Barreda y Mercedes Cabanillas, al que ha sumado además, para propósitos electorales, a Hugo Otero, su marquetero político de cabecera.
Un asistente a este cónclave semanal comenta: “Incluso en los días en que César Acuña lo pasó en las encuestas, Alan no perdió el humor. Aquí el punto es poner la agenda política, y él lo logró al hablar de las AFP y los intereses usureros de bancos y financieras. La batalla en serio comienza a partir de enero”, asegura. Como se ve, el populismo volverá a ser la divisa del candidato más experimentado de la contienda.
Hasta el momento, y ante la falta de un debate técnico sobre cómo lograr que el país reactive su crecimiento y sean más eficientes los programas sociales, el protagonismo mediático lo han tenido, en buena medida, los sondeos. En todos Keiko Fujimori aventaja cómodamente a sus competidores –Pedro Pablo Kuczynski, César Acuña, Alan García y Alejandro Toledo, en ese orden–. ¿Será señal acaso de que la elección está decidida?
Como es obvio, esto no es así. Si viajáramos en el tiempo hasta diciembre de 2010 –como ahora, a cuatro meses de la primera vuelta–, veríamos a Luis Castañeda y Alejandro Toledo empatados en el primer lugar, con 23%. ¡Y sabemos que acabaron cuarto y quinto, respectivamente! En esa misma encuesta de Ipsos Perú, Ollanta Humala contaba con solo 11% de respaldo. Y Keiko Fujimori 20%. Lo demás es historia conocida.
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“La verdadera largada se va a dar en enero, cuando se cierren las inscripciones para la presidencia. En ese momento, los candidatos por arriba de 5% tendrán reales opciones de llegar en las dos primeras posiciones (pasando así a la segunda vuelta, a realizarse en junio)”, explica Alfredo Torres, presidente ejecutivo de Ipsos Perú, quien más encuestas y elecciones peruanas ha analizado en las últimas tres décadas. “Keiko tiene garantizado su pase a la segunda vuelta, por lo que le conviene mantener la calma y no arriesgar. Donde tenemos una incógnita es por saber quién logrará el segundo lugar, una ubicación que podrían disputar claramente Kuczynski, García y Acuña”, enfatiza Torres.
Primeros exámenes. Como cada vez que se avecina una elección general, la CADE Ejecutivos de este año tiene el componente electoral de reunir a los principales aspirantes a la presidencia para que expliquen qué harían en sus primeros cien días de gestión. “El Perú ha tenido un crecimiento económico innegable, pero estamos ‘jalados’ en institucionalidad, infraestructura, educación y salud primaria. Quisiéramos que los candidatos nos digan qué esperan hacer si son elegidos”, explica Elena Conterno, la presidenta de esta cita que reunirá, durante tres días, a mil de los ejecutivos más importantes del país.
Ahora bien, el empate estadístico en el cuarto lugar según las encuestadoras llevó a los organizadores a invitar a cinco aspirantes, cuando lo tradicional hubiera sido contar con los cuatro primeros. Así, Fujimori, Kuczynski, García, Acuña y Toledo comparecerán ante este exigente auditorio.
Según la información reunida para este reportaje, los equipos que están tomando con mayor seriedad esta tarea son los de Fujimori y Kuczynski. El hecho de venir trabajando desde hace más de tres meses quizás explique tanta diligencia. Por el lado de los expresidentes García y Toledo se sabe que en el caso del primero la asesoría ‘online’ del exministro Pedro Sánchez en temas energéticos, y la de los extitulares de Economía Luis Carranza e Ismael Benavides, lo ayudarán a perfilar un discurso en el que el tema del ‘canon comunal’ (una nueva relación entre empresas extractivas y las comunidades y poblaciones de las zonas de influencia de los proyectos, basada en mayor inversión social in situ y no solo canon o tributos) y el crecimiento de 6% durante el próximo quinquenio, que muchos consideran poco realista, serán las vedettes de su mensaje.
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Respecto al líder de Perú Posible, se sabe que ha encargado a Luis Thais y algunos excolaboradores de su gobierno (2001-2006) echar las bases de un programa que pueda ser atractivo para el auditorio, aunque hasta ahora se base, muy rudimentariamente, en la fórmula ‘mayor crecimiento con gasto social’. ¡Quién podrían estar en contra! Sin embargo, el ‘cómo’ seguirá siendo un misterio que, al estilo Toledo, probablemente nunca se revele.
En la cancha del exalcalde de Trujillo y exgobernador regional de La Libertad, César Acuña, se dice que “un equipo de catedráticos cercano a la Universidad César Vallejo elabora una propuesta” que será enriquecida con el aporte de técnicos independientes que serán presentados en breve. En realidad ni Acuña ni sus más cercanos colaboradores aguardaban un crecimiento tan rápido en los sondeos, por lo que el tema programático viene bastante rezagado.
De las ‘mesas técnicas’ de Keiko a los ‘ejes’ de PPK. Al cierre del presente informe era en tienda de Keiko Fujimori y Pedro Pablo Kuczynski (PPK) donde mejor organizados estaban respecto a la elaboración de un verdadero plan de gobierno.
De un lado, Fujimori y sus ochenta técnicos coordinados por la joven abogada Úrsula Letona, de amplia experiencia en el sector público y privado, a quien Keiko reclutó personalmente y entregó el encargo. Todos estos, la mayoría exfuncionarios que llegaron –algunos– a ocupar viceministerios, han participado activamente en ‘mesas técnicas’ que cubren todo el espectro estatal (energía y minas, producción, seguridad, educación y programas sociales, principalmente) y cuya presentación de conclusiones se hizo ante la propia candidata. De aquí saldrá la tecnocracia que acompañe a la hija de Alberto Fujimori si gana la elección. Ninguno –como ya se dijo– trabajó en los noventa para el Estado ni militan en Fuerza Popular, el partido fujimorista.
Asimismo, personas familiarizadas con el pensamiento de Keiko aseguran que habrá una renovación importante en las listas al Congreso, una decisión orientada a enfatizar en los cambios tan pregonados. Son precisamente estos gestos y actos de Keiko los que han provocado que su padre reanudara cierto activismo desde la prisión, con lo que quiere presionar lo suficiente como para obtener una cuota de influencia en la plataforma de su hija, tal como lo logró en la elección anterior.
Empero, un tema esencial de su discurso en CADE podría ser también la inversión destinada a los peruanos de menores recursos. “Más allá de las etiquetas, apuntamos a un manejo económico con rostro social. Sin descuidar el crecimiento, pero donde los programas sociales sean una prioridad y mucho más eficientes que hasta ahora”, enfatiza Letona en breve diálogo para este reportaje.
Y si Keiko tiene ‘mesas técnicas’, Kuczynski cuenta a su vez con un amplio equipo distribuido a través de cuatro ‘ejes’ principales: economía (liderado por Alfredo Thorne), bienestar (a cargo de la exministra del Interior Pilar Mazzetti), seguridad (coordinado por el exministro del Interior Gino Costa) y gobernabilidad, modernización del Estado y descentralización, conducido por la joven economista Fiorella Molinelli. Esa será la base de su oferta programática, a la que se han sumado dos equipos más, especializados en propuestas para optimizar el desarrollo rural y los programas sociales. A todos ellos se agrega una vocera con amplia experiencia técnica: la exministra de Economía Mercedes Aráoz, quien, según fuentes del partido, renunció al BID para sumarse a tiempo completo a la campaña a partir de diciembre.
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En ambos casos, PPK y Fujimori, se aprecia una amplísima presencia de técnicos. Pero la pregunta que se cae de madura es ¿dónde están los políticos? Sin ellos y sus habilidades de campaña, dirigidas fundamentalmente a ganar votos y a responder los ataques de sus demás contendores, el camino se tornará difícil. Y más si se cuenta con oponentes como Alan García y César Acuña, sin problemas para ofertar el oro y el moro en su camino al poder.
Lo explica Alfredo Torres: “García es un candidato que maneja muy bien el timing de una campaña. Creo que ha entendido que fue un grave error no haber manejado bien el tema de los narcoindultos. No porque la gente vaya a pensar que ganó dinero con ellos, pero sí porque pudo incrementar la delincuencia. Febrero y marzo será el momento clave para García. PPK está haciendo las cosas bien en cuanto a armar un buen equipo alrededor suyo, pero tiene gran dificultad en su capacidad de contacto con la gente. Llegar al corazón de la gente. Él aún se muestra rígido, un poco distante”. Esto último es más evidente si se analizan las encuestas por segmentos sociales. Mientras Keiko Fujimori mantiene un elevado respaldo en los sectores D y E (los más pobres), García y PPK tienen dificultades en esos mismos espacios.
“Acuña, por su parte, viene del mundo de la informalidad, y eso lleva a que muchos que viven en ese mismo mundo conecten más rápido con él que con García o Kuczynski. En este momento, el provinciano Acuña, pese a ser un político profesional en el norte del país, es para muchos peruanos una ‘novedad’ entre tantos políticos tradicionales”, enfatiza Torres.
Vistos las encuestas y el estado de ánimo colectivo, algunos se preguntan si sería posible un triunfo de Fujimori en primera vuelta. “Por experiencia sabemos que en el Perú cualquier cosa puede suceder (ríe). Pero si hablamos de posibilidades, lo veo extremadamente difícil. Lo que sí puede ocurrir es que en la primera votación de abril ella obtenga tan alto margen sobre quien la sigue, que haga muy difícil a este voltear la tendencia (como sí sucedió en las elecciones de 2006 y 2011)”, opina Alfredo Torres.
A cuatro meses de la elección sabemos que nada está dicho respecto a quién será el ganador. Pero también sabemos por la naturaleza de los competidores que esta elección puede ser muchas cosas, menos aburrida.