Nicolás Rodríguez, el máximo comandante del Ejército de Liberación Nacional, dijo que ese eventual proceso podría darse en conjunto con las FARC, pero acusó al presidente Santos de no tener la voluntad política para hacerlo.
Bogotá. La segunda guerrilla más grande de Colombia está dispuesta a iniciar un diálogo de paz sin condiciones con el gobierno para poner fin a un prolongado conflicto interno, pero mientras tanto continuará con sus ataques, secuestros y extorsiones a multinacionales petroleras y mineras.
Nicolás Rodríguez, alias "Gabino", el máximo comandante del izquierdista Ejército de Liberación Nacional (ELN), dijo tras un extenso silencio que ese eventual proceso podría darse en conjunto con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), pero acusó al presidente Juan Manuel Santos de no tener la voluntad política para hacerlo.
"Nosotros estamos abiertos, ese es precisamente nuestro planteamiento, encontrar un espacio para un diálogo abierto y sin condiciones y comenzar a discutir los grandes problemas del país", afirmó Rodríguez, notablemente envejecido.
"Pero el gobierno ha dicho que no, él (Santos) dice que tiene las llaves de la paz en el bolsillo, pero a lo mejor ya se le perdieron porque por ninguna parte aparecen las posibilidades de un diálogo serio, estamos a la expectativa y en ese sentido nos mantenemos", precisó.
El gobierno de Santos no quiso hacer comentarios sobre la posición del veterano guerrillero de 62 años, quien respondió la entrevista a través de un video, después de varios años sin hablar con la prensa por la intensa ofensiva militar.
El comandante guerrillero, que está al mando de ELN desde 1998 cuando reemplazó al sacerdote español Manuel Pérez tras su muerte en la selva, no aceptó una entrevista personal aduciendo razones de seguridad y la intensificación del conflicto.
Reaparece ahora, justo cuando se rumora sobre contactos del gobierno de Santos con la mayor guerrilla del país, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, para explorar la posibilidad de una negociación de paz.
Aunque Santos negó recientemente conversaciones con las FARC y ese grupo rebelde guarda silencio, fuentes con acceso a la información revelaron -sin dar detalles- que sí existen diálogos de alto nivel.
Los últimos diálogos exploratorios de paz con el ELN, que dice luchar para imponer un sistema socialista y que tuvo en sus filas a sacerdotes católicos radicales, se realizaron en Cuba y en Venezuela entre el 2002 y el 2007, pero no dieron resultados que permitieran una negociación exitosa.
Siguen ataques. Fundado en 1964 e inspirado en la revolución cubana, el ELN cuenta en la actualidad con unos 3.000 combatientes después de un debilitamiento por una ofensiva del Ejército apoyada por Estados Unidos y por ataque de los escuadrones paramilitares de ultraderecha, según fuentes de seguridad.
El grupo, considerado como una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, es acusado por las Fuerzas Armadas de obtener su financiación del secuestro, la extorsión a multinacionales petroleras y mineras, así como del narcotráfico.
Pero Rodríguez, quien permanece en la clandestinidad y por quien el gobierno colombiano ofrece una recompensa de hasta US$2,5 millones, negó obtener recursos de la producción y el tráfico de cocaína.
Lo que sí admitió implícitamente fue la financiación a través de la extorsión y el secuestro.
Dijo que el ELN continuará los ataques a las Fuerzas Armadas, la infraestructura petrolera y minera hasta que se cambie la actual política que ve como excesivamente benéfica para las multinacionales en deterioro de los intereses del país.
"Si hay ese diálogo habrá acuerdos y habrá nuevos rumbos para la explotación de la riquezas en el país, si no hay ese diálogo y por el contrario se insiste en las imposiciones del lado capitalista, inevitablemente la lucha va a continuar", afirmó sentado en una improvisada mesa en medio de una bandera de Colombia y otra roja y negra del ELN.
Entre enero y julio se registraron 135 ataques a oleoductos, torres de energía y puentes, un aumento del 41% desde los 96 en el mismo periodo del 2011, muchos cometidos por el ELN o en asociación con las FARC, de acuerdo con estadísticas oficiales.
El país sudamericano de 46 millones de habitantes vive un auge en inversión extranjera destinada a los sectores petrolero y minero. En el 2011 la inversión en esas áreas ascendió a US$7.704 millones, desde US$1.045 millones una década atrás, cuando la guerrilla controlaba extensas regiones del país.
Extorsión y secuestro. Vestido con uniforme verde oliva y escoltado por dos guerrilleros armados frente al frondoso tronco de un árbol sobre el que estaba recostado un fusil, reconoció que los secuestros y las extorsiones continuarán hasta que haya un proceso de paz.
Aunque el secuestro tiende a reducirse, las extorsiones siguen aumentando, de acuerdo con fuentes de seguridad.
"Desde un principio hemos planteado que buena parte de la financiación de la insurgencia debe salir de las arcas de la oligarquía que ha explotado todo el tiempo al pueblo colombiano y también, por supuesto, deben financiar la lucha revolucionaria las transnacionales que saquean a nuestro país", aseguró.
La posición del ELN es diferente a las FARC, que en febrero anunciaron el abandono del secuestro como fuente de financiación de su lucha armada.
El líder rebelde, quien ingresó a la guerrilla a los 14 años y lleva casi cinco décadas en el ELN, dijo que las relaciones con las FARC "afortunadamente" son muy buenas, fraternales y de una permanente comunicación y coordinación.
Los dos grupos mantuvieron en el pasado una confrontación militar por el control territorial de zonas como el departamento de Arauca, en la frontera con Venezuela, que dejó cientos de muertos.
Rodríguez se declaró a favor de que un eventual proceso de paz se haga conjuntamente con las FARC, aunque dejó claro que no es una condición.
"Nosotros creemos que sería muy positivo una sola mesa, las circunstancias poco a poco deben irlo posibilitando, en tanto nosotros no tenemos un esquema fijo y estamos abiertos, hay que ser prácticos frente a las realidades", aseguró.
No obstante, descartó la posibilidad de declarar un cese de hostilidades o de entregar las armas, condiciones que ha mencionado Santos para un proceso de paz, y dijo que ese planteamiento no está "bajo ningún presupuesto".
Además, sostuvo que es un obstáculo una reforma constitucional aprobada por el Congreso en junio que establece la bases jurídicas para un eventual proceso de paz y prohíbe que líderes rebeldes acusados de delitos atroces, como él, tengan vocería política o pueden ser elegidos en cargos públicos.
"Un marco para la paz debe ser fruto de unos acuerdos entre las partes que faciliten entonces pasos subsiguientes, pero aquí se ha hecho es al revés, entonces sin duda que esto enreda más que resolver cualquier proceso de paz", dijo el líder rebelde que tiene decenas de procesos criminales en su contra por homicidio, secuestro, rebelión y terrorismo.
El máximo comandante del ELN negó que miembros de esa guerrilla se escondan en Venezuela para evadir la ofensiva militar y dijo que esas versiones sólo buscan generar un ambiente hostil al proceso revolucionario de la nación vecina que, admitió, les despierta simpatía.