Miguel Otero, que fue confirmado en su cargo, había asegurado que la mayor parte de Chile se sintió “aliviada” con el régimen de Augusto Pinochet. Este lunes pidió excusas a las víctimas de las violaciones a los derechos humanos.
Santiago. El gobierno chileno confirmó en su cargo al actual embajador en Argentina, Miguel Otero, quien se vio involucrado en una fuerte polémica luego de que este fin de semana asegurara que la mayoría de los chilenos no sintió la dictadura militar de Augusto Pinochet.
En entrevista con el diario argentino Clarín, Otero dijo este domingo que “la mayor parte de Chile no sintió la dictadura. Al contrario, se sintió aliviada”, y aseguró que sin la intervención militar “Chile hoy sería Cuba”, desatando una tormenta política en el país andino.
El funcionario, quien aseguró que se encontraba en Santiago desde el pasado viernes, se reunió a primera hora con el vicecanciller chileno, Fernando Schmitd, y por la tarde ofreció una conferencia de prensa donde ofreció disculpas públicas por sus declaraciones.
"No creo en las dictaduras, no creo en las violaciones a los derechos humanos”, afirmó el representante diplomático. "Siempre he sido defensor de los derechos humanos y nunca he aceptado una dictadura”, insistió.
“(Ofrezco) disculpas a todas las personas que han sufrido bajo cualquier dictadura, a quienes se les haya violado los derechos humanos”, enfatizó el embajador, quien aseguró que “habría reaccionado de la misma manera” si se hubiera encontrado en su situación.
Y aunque aseguró que no dio la entrevista en calidad de embajador, sino que a título personal, Otero lamentó haber traído un “tema del pasado”, pues a su juicio es necesario mirar hacia el futuro.
El embajador también aprovechó para saludar los avances que ha realizado Argentina en materia de respeto a los derechos humanos, y lamentó el impacto que sus declaraciones están teniendo en el vecino país.
A título personal. Las declaraciones del diplomático habían provocado la inmediata reacción de la oposición de centroizquierda, así como de organizaciones de derechos humanos, que reclamaron al presidente Sebastián Piñera su inmediata remoción.
Los dichos "son un agravio a las víctimas de la dictadura y a cientos de compatriotas que sufrieron las graves violaciones a sus derechos humanos”, dijo el presidente del opositor Partido Socialista, Fulvio Rossi.
Desde Lima, donde participa del 40º período de sesiones de la Asamblea General de la OEA, el canciller chileno, Alfredo Moreno, aseguró que las declaraciones de Otero fueron realizadas a título personal y no representan la visión del gobierno.
"En el gobierno del Presidente Piñera hay gente que puede tener las más diversas opinión sobre el gobierno militar (…), pero representan opiniones personales y no la opinión del Gobierno", afirmó a la emisora local Cooperativa.
En el mismo sentido, el vicecanciller Schmidt también aseguró que existe una “frontera” entre sus declaraciones y la visión del Ejecutivo. "El gobierno traza una frontera entre lo que es esta opinión y lo que es el compromiso firme y decidido con el respeto a los Derechos Humanos”, dijo.