Se sospecha que el explosivo que se usó en el ataque llevado a cabo en Juárez el jueves pasado, pudo haber sido robado a compañías privadas.
México D.F. El embajador de México en Washington, Arturo Sarukhan, señaló que el ataque con coche bomba efectuado en Ciudad Juárez el jueves pasado no marcaría el inicio de un nuevo método de violencia usado por los carteles de droga.
Durante un evento sobre seguridad en la frontera con México realizado en el Congreso de Estados Unidos, el diplomático explicó que “esto parecería no sugerir necesariamente que estamos entrando en una nueva fase de violencia de los carteles de la droga".
Señaló que el coche bomba tenía como objetivo a la policía e indicó que es "importante no crear la percepción de que se ha vuelto una política indiscriminada del crimen organizado el amenazar o atacar civiles".
Por su parte, el portavoz del Departamento del Estado de EE.UU., P.J. Crowley, dijo que “tal vez (el coche-bomba) represente una táctica diferente, pero creo que hemos reconocido siempre que, desafortunadamente, estos carteles tienen una enorme cantidad de recursos a sus disposición. Pueden comprar cualquier equipo que deseen".
Enfatizó que “estamos decididos, trabajando con México, a hacer todo lo que esté en nuestra mano para reducir esta violencia que afecta no sólo al pueblo mexicano, sino también al nuestro''.
El FBI y la Oficina de Control de Alcohol, Armas de Fuego y Explosivos están ayudando a los mexicanos en las investigaciones sobre el coche bomba, dijo El Informador.
Un funcionario estadounidense señaló que se sospecha que los narcotráficos usaron un explosivo industrial que anteriormente había sido robado a compañías privadas.
El elemento que habría utilizado sería Tovex, que un explosivo gelatinoso utilizado comúnmente como sustituto de la dinamita en la minería y otras actividades industriales.