La embajadora de Estados Unidos en Honduras aseguró que su país continúa interesado en mejorar la cooperación para reducir la criminalidad.
La embajadora de Estados Unidos en Honduras, Lisa Kubiske, se mostró alarmada por los altos índices de violencia en el país y calificó este fenómeno de muerte como “horrible”.
“Sabemos que la tasa de muertes violentas en este país, desde hace varios años ha sido muy violenta, no sé cómo saldrá el 2012, pero 2011 fue horrible y los tres o cuatro años anteriores también fueron muy altos”, afirmó.
Deploró que en esta temporada de Navidad y Año Nuevo se reportaran más de medio centenar de víctimas mortales por causas violentas.
Honduras reportó en 2011 una tasa de homicidios de 86.5 por cada 100 mil habitantes, la más alta en el mundo en ese período, producto de más de 7 mil muertes violentas, según el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras.
Para este año se prevé que la tasa sea de 86 por cada 100 mil habitantes, que si bien es un freno a los decesos violentos, todavía representa una cifra elevada para un país de 8.2 millones de habitantes.
“Todos tenemos que esforzarnos para parar la violencia”, dijo la diplomática, quien recordó que Estados Unidos apoya proyectos de convivencia social para que los jóvenes se alejen de los vicios, una de las fuentes de la criminalidad.
El Observatorio de la Violencia considera que al menos el 50 por ciento de los homicidios se generan por disputas del crimen organizado.
El tráfico de drogas es el principal actor dentro del escenario criminal en Honduras.
Drogas. El consumo de drogas en Estados Unidos también es uno de los principales causantes de la violencia en Honduras, pues el 50% de la cocaína que se consume en esa potencia pasa por el territorio nacional.
Kubiske considera que la violencia es uno de los factores que aleja la inversión extranjera, por lo que reafirmó el apoyo de su país para enfrentar esta tragedia.
Pero también recomendó que debe haber mayor seguridad jurídica para las empresas que están interesadas en continuar invirtiendo en el país y otras nuevas se sientan atraídas de hacer lo mismo.