"Necesitamos escucharnos todos, no puede haber que alguien hable y el otro no escuche", dijo el titular de Confiep, Martín Pérez.
Un llamado para ir por el camino del diálogo en torno al proyecto minero Las Bambas y que este sea con las autoridades elegidas, formuló el titular de la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (Confiep), Martín Pérez.
"Necesitamos escucharnos todos, no puede haber que alguien hable y el otro no escuche y tenemos que tratar de hacer el esfuerzo de escucharnos todos. No podemos dejar que unas minorías violentas, extremistas impongan sus mandatos", indicó.
Bajo esa premisa, dijo estar seguro que la mayoría de peruanos apuesta por que siga el crecimiento del país, que impere la tranquilidad, la generación de empleo y las expectativas de los jóvenes que estudian se mantengan intactas.
De acuerdo con Pérez, el diálogo tiene que ser con quien ha sido elegido para ser representante y no con aquellos que no fueron elegidos y que forman parte de un "modelo disruptivo" que apuesta por la violencia sin diálogo.
"Es un modelo disruptivo de quienes no están de acuerdo con la minería y las normas, y que no le creen a las autoridades tampoco", sostuvo tras insistir en que la mayoría de peruanos quiere y necesita que haya más inversión en el país.
Pérez insistió en que en este escenario lo primero que se impone es el diálogo y no dejar que las minorías "nos roben el sueño de seguir avanzando" ni permitir que el referido modelo continúe como, dijo, ocurrió con Conga y Tía María.
El titular lamentó la muerte de pobladores ocurrida durante la protesta de un sector en la región Apurímac a raíz de la protesta contra Las Bambas, y refirió que no hay proyecto político ni económico que justifique que un peruano muera.
Sostuvo, además, que si bien la economía del mundo está enferma el Perú saldrá de esa situación más rápido y mejor que un montón de otros países.
Asimismo recordó Las Bambas es un proyecto que se trabaja desde hace 11 años, en los cuales hubo siempre un buen entendimiento con la población y las autoridades locales y que la protesta se dio a poco de comenzar la producción.
Pérez mencionó en RPP que son más de 10,000 millones de dólares inversión, lo que equivale a tres veces el presupuesto anual de EsSalud.
De igual forma mencionó que a la fecha unas 18,000 personas han trabajado en el proyecto serán unas 4,000 las que se quedarán de forma permanente cuando inicie producción.