Guerrero, al igual que Oaxaca y Chiapas, son algunos de los estados más pobres del país, en donde no se han aprovechado ni el potencial de recursos naturales, ni de recursos humanos, por lo que es urgente revertir esta situación, expuso el mandatario.
Excelsior.com.mx. Ciudad de México. Al gobierno federal le corresponde “moderar la opulencia y la indigencia” para lograr así una sociedad más igualitaria, dijo el presidente Enrique Peña Nieto, durante su gira por Guerrero, uno de los estados más pobres del país, y recordó que así lo planteó en 1831 José María Morelos, en el documento Los Sentimientos de la Nación.
A la par, el gobernador de la entidad, Ángel Aguirre Rivero, dijo durante un acto celebrado en Chilpancingo, que la única forma de erradicar la violencia de Guerrero será precisamente combatiendo la pobreza, el hambre y el desempleo, idea con la que coincidió el mandatario.
“Si hoy en Guerrero se distingue y señala la condición de inseguridad y violencia, hay una razón para ello: la falta de oportunidad, de empleo, más grave aún la condición de pobreza que se vive en Guerrero”, dijo el presidente.
Allí se comprometió a trabajar con todas las dependencias de gobierno para “cambiar el rostro de Guerrero y del sureste mexicano… no queremos que Guerrero siga siendo un estado pobre”, dijo.
Guerrero, al igual que Oaxaca y Chiapas son algunos de los estados más pobres del país, en donde no se han aprovechado ni el potencial de recursos naturales, ni de recursos humanos, por lo que es urgente revertir esta situación, expuso.
“Guerrero es un estado que fundamentalmente vive del turismo, del comercio, pero tiene un rezago en la actividad agropecuaria… tenemos que aprovechar sus fortalezas para detonar oportunidades para los guerrerenses”, señaló.
Por su parte, el gobernador Aguirre Rivero, quien en dos ocasiones insistió en que es amigo del presidente y le dijo que se dejara “apapachar” por los guerrerenses, aseguró que su entidad suscribió el Pacto por México, por la urgencia de que el Estado recupere el control en áreas medulares de la vida del país, en particular la educación.
En respuesta, el presidente le respondió que trabajará en colaboración con el gobierno del estado y destacó que él no dictará las políticas públicas para los estados desde Palacio Nacional, sino que las diseñará junto con los gobernadores.
“Se trata de tener objetivos específicos para aprovechar las fortalezas de cada estado…no puede haber un Plan Maestro y único para todo el país…porque los gobernadores conocen y están más sensibles a sus problemas, esto nos debe llevar a hacer un diseño que funcione bien para cada estado”, señaló.
Acto seguido anunció “voy a dejarme apapachar y voy a apapachar también a la gente de Guerrero”, dijo.
Y se refirió a su relación con el gobernador Aguirre: “tenemos una amistad de tiempo atrás, que lo sepan todos, somos amigos y sobre todo compartimos un mismo propósito, y vamos a trabajar desde hoy”, afirmó.
A la par, el gobernador de la entidad sugirió que deberían reinstalarse programas sociales que antes tenía la secretaría de desarrollo social en Guerrero y que habían funcionado muy bien, como el de Apoyo a Microregiones, o el de Apoyo a Artesanos.
Durante el acto, el mandatario recordó que en Guerrero, sólo dos de cada tres personas tienen acceso al agua potable.
Allí instruyó al titular de la comisión nacional del agua, David Korenfeld, para que se inicie la construcción de la nueva línea de abastecimiento de agua potable en Guerrero.