El gobierno colombiano lanzó sus propuestas de choque para solucionar los problemas de Bogotá. Mientras tanto, hay movimientos políticos para redefinir el poder en la ciudad.
El presidente, Juan Manuel Santos, presentó las nueve acciones urgentes que implementará como respuesta a la crisis institucional que vive la capital. Son programas a largo plazo y, por lo tanto, deberán ser puestas en marcha por el ministro de Trabajo, Rafael Pardo, actual alcalde encargado; continuadas por quien lo suceda proveniente de una terna del movimiento Progresistas, y llevadas a buen puerto por el alcalde que sea elegido por los bogotanos en las elecciones atípicas.
Antes de comenzar a explicar su “plan de choque” para la capital, el presidente Santos se volvió a referir a la ratificación de la destitución de Gustavo Petro como alcalde de Bogotá. “Siempre hemos actuado respetando la Constitución, las leyes y la institucionalidad”, sostuvo.
Además desmintió los rumores que daban cuenta de que la intención de su gobierno era dejar a Rafael Pardo en el Palacio Liévano hasta el final de 2015: “No vamos a actuar de forma arbitraria. Seguiremos ceñidos a la ley y defenderemos los intereses de los bogotanos”.
Los cuatro frentes en los que se centrarán los planes del gobierno son: seguridad, movilidad, salud y vivienda. En los primeros tres, las medidas son la continuidad de programas anunciados por la administración Petro con una fuerte inyección de recursos, pero en vivienda las apuestas del presidente son contrarias a las políticas que había implementado el gobierno de Progresistas desde su comienzo, en enero de 2012.
La concordancia de la mayoría de las propuestas con los anuncios de Petro tiene una explicación, según Alfonso Prada, miembro de la campaña reeleccionista de Santos: “Todos sabemos qué se debe hacer en Bogotá, pero ahora hay que hacerlo. Por ejemplo, es una buena noticia para los ciudadanos que por fin se armonicen las relaciones del Distrito con la Policía”.
Cuestionado sobre la incompatibilidad de los anuncios en lo relativo a vivienda con el plan de desarrollo que dejó Petro y que es de obligatorio cumplimiento, Prada dijo que “son medidas pertinentes y que están en el margen del plan, no son contrarias ni desafiantes. Además, hay que aclarar que el Gobierno Nacional debe gobernar en Bogotá, no porque así lo quiere, sino porque la Constitución se lo ordena”.
Una vez concluida la alocución presidencial, el alcalde destituido, Gustavo Petro, dijo a través de las redes sociales: “Si el plan de choque era tomar nuestros programas de movilidad y seguridad, ¿no era mejor plan respetar la democracia y la Alcaldía?”. También sostuvo que los planes de movilidad, salud e infraestructura están en curso y que no es gracias a la acción del Gobierno que ahora quedarán en firme.
Ayer también hubo reuniones por los lados del progresismo para definir la terna que el movimiento le presentará al presidente Santos para que escoja al próximo alcalde encargado. El designado quedará en funciones hasta que la Registraduría, por orden del primer mandatario, convoque a las urnas y se elija a un alcalde que deberá gobernar hasta el 31 de diciembre de 2015.
Según pudo establecer este diario, los nombres que sonaron en la reunión del movimiento de Gustavo Petro fueron Antonio Navarro, Angélica Lozano, Guillermo Alfonso Jaramillo, Armando Novoa, Sonia Velosa, Eduardo Noriega, Gloria Flórez, Luis Carlos Avellaneda, Catalina Velasco, Donka Atanassova, Consuelo Ahumada y José Cuesta.
Cada uno de ellos tiene sus peros. Por ejemplo, Navarro y Lozano, si bien gozan de reconocimiento, no están en la mejor disposición para asumir la responsabilidad pues acaban de ser elegidos como parlamentarios; Jaramillo no estaría dispuesto por razones personales; Flórez y Avellaneda no podrían porque hasta hace poco pertenecieron al Polo, y Atanassova, aunque es de la entraña de los movimientos sociales y juveniles, fue contratista del Distrito recientemente y algunos creen que eso la inhabilita.
Otro nombre que sonó, y con mucha fuerza, fue el del concejal Carlos Vicente de Roux. Sin embargo, fuentes cercanas al cabildante advierten que muy seguramente será la ficha de los Progresistas para reconquistar el poder en Bogotá en las elecciones atípicas y que, si es ternado, quedaría inhabilitado para participar en los comicios.
La discusión sobre la conformación de la terna no es de poca monta, pues el que sea elegido por el presidente deberá, por un lado, garantizar el cumplimiento del plan de desarrollo Bogotá Humana, guardando fidelidad a Gustavo Petro, jefe natural del movimiento, y por el otro tendrá que armonizar las relaciones del progresismo con el Gobierno Nacional, lo que implica, de una u otra forma, aceptar las propuestas y proyectos que el presidente mencionó en su alocución.
Esa eventual reconciliación será muy difícil pues el exalcalde Petro ya rompió relaciones con el Gobierno. No solamente lo ha acusado de quebrar la ley y la democracia al dejar en firme su destitución, sino que, en entrevista con este diario publicada el pasado domingo, hizo graves señalamientos contra sus más importantes figuras y por la forma como el presidente Santos busca su reelección.
El gobierno, por su parte, sabe que con Pardo como alcalde encargado podrá acelerar la ejecución de sus propuestas para Bogotá. También, que tendrá que convencer al alcalde escogido de la terna de que es mejor trabajar como aliados y, aún más, al elegido en las atípicas, que podría ser de la cuerda de Petro. No obstante, el candidato a vicepresidente, Germán Vargas Lleras, ha dicho que la Unidad Nacional debe presentar un solo candidato a las elecciones para que Bogotá “salga de la crisis”.
Mientras tanto, hay otro escenario, que es la campaña a la Presidencia. Al tiempo que Santos y sus colaboradores tratan de solucionar los problemas de la capital, saben que tienen en Petro a un contendor.
El exalcalde no sólo se opone abiertamente a la reelección, sino que ha decidido avanzar en la creación de un “frente amplio por la democracia”, que estaría conformado por políticos de todas las tendencias de centro e izquierda y que haría contrapeso al proyecto reeleccionista. Petro convocó a una marcha el próximo 9 de abril para protestar por lo ocurrido en Bogotá y pondrá a prueba su liderazgo en momentos en que su obra de gobierno es cuestionada.
Salud y el déficit. Serán $295.000 millones los recursos que recibirán los hospitales del Distrito para salir de su crisis financiera. Por un lado, $135.000 millones se invertirán para enfrentar la crisis de los centros asistenciales. Por el otro, $160.000 millones para nueva infraestructura. Con el anuncio se ratifica el plan que estaba establecido en el presupuesto de 2014 de la administración distrital, para salvar a la red pública hospitalaria. Este anuncio se da luego de que el pasado 17 de abril el Ministerio de Hacienda autorizó el uso de los casi $785.000 millones de las cuentas maestras del régimen subsidiado, para adelantar los planes de saneamiento fiscal y financiero que solicitó el Distrito al Gobierno Nacional. Aún estaría por solucionar la deuda por casi $350.000 millones que tienen las EPS con los 22 hospitales públicos de Bogotá.
Acelerador para mejorar la movilidad. El presidente anunció un billón de pesos para adelantar proyectos que permitan superar la crisis de la movilidad. Con este presupuesto se reafirma el respaldo para la construcción del metro; la construcción de tres metrocables, en Ciudad Bolívar, San Cristóbal y Cazucá, y una inyección de presupuesto para las obras de Transmilenio como la troncal de la avenida Boyacá; extender las troncales de la autopista Norte y Soacha, y la reparación de las losas de la troncal en la Caracas.
La crisis de movilidad en Bogotá no es nueva y es por esto que varios de estos proyectos ya estaban previstos desde antes de la llegada del alcalde (e) Rafael Pardo. Con la decisión del primer mandatario de poner a disposición estos recursos, se reafirman compromisos ya adquiridos o se destraban proyectos en los que la administración del exalcalde Gustavo Petro no encontró apoyo, ni en el Gobierno, ni en el Concejo Distrital. Sin embargo, vale aclarar que estos no son proyectos de corto plazo y es algo que tendrá que asumir la administración que llegue después de que termine la interinidad.
Seguridad, lo planeado. Aunque la intervención del presidente agiliza las medidas, lo cierto es que no son nuevas. El plan “75Cien”, para intervenir los barrios más violentos y las zonas aledañas a los colegios amenazados por el microtráfico está en marcha desde finales de febrero pasado, cuando lo lanzó el exalcalde Gustavo Petro. En cuanto al aumento de pie de fuerza (300 policías para Transmilenio), complementa la solicitud de 1.000 uniformados que hizo el Distrito desde el año pasado y de los cuales hace un mes había asignados 800. Es decir, la ganancia real es de 100 uniformados más.