Sí, dicen oposición y organizaciones no gubernamentales. No, dice el gobierno. El debate llega, aunque no oficialmente, a escenarios europeos.
Analgésicos, jeringuillas, anticonvulsivos, antihipertensión, antidiabéticos: organizaciones de la sociedad civil en Europa solicitan donaciones de medicamentos que faltan en Venezuela.
Entre los parlamentarios europeos y latinoamericanos, reunidos en Lisboa por la Asamblea Eurolatinoamericana (Eurolat) no son pocos los que verían con buenos ojos que la Unión Europea brindase ayuda humanitaria a Caracas. No obstante, el tema no es parte de la agenda.
Motivo para irse. “La situación real es que los venezolanos están en una situación a punto de implosión, tenemos problemas de medicinas, tenemos ya problemas de alimentos , tenemos problemas severos de suministro de los insumos necesarios para producir alimento”, cuenta a DW, en Lisboa, Tomás Páez, sociólogo de la Universidad Central de Venezuela.
El autor de “La voz de la diáspora venezolana” hace hincapié en que esta crisis, sumada a la inseguridad, es motivo de que en este momento casi dos millones de venezolanos hayan salido del país. “Estamos en crisis humanitaria, necesitamos el apoyo internacional”, afirma. El catedrático venezolano participa de acciones como la conferencia “Falemos da Venezuela” que -en torno a Eurolat- busca acercar su óptica de la situación venezolana a la opinión pública y a los políticos europeos.
Permitir la cooperación internacional. “En la Asamblea Nacional hemos aprobado una ley que permita la cooperación internacional, que nos ayude el mundo en este trance tan difícil en proveernos de medicamentos que tanto necesitamos”, cuenta a DW Angel Medina Devis, diputado venezolano del partido Primero Justicia, que forma parte de la Mesa de Unidad Democrática (MUD).
“Se trata sobre todo de las enfermedades críticas. Se busca abrir las puertas: para que a través de la Cruz Roja, de la Iglesia Católica, a través de quien quiera aceptar el gobierno se provea de medicamentos a los venezolanos que tanto lo necesitan”, agrega Medina Devis, quien favorece que haya en Eurolat diputados a favor de una ayuda humanitaria europea.
No así Darío Vivas, diputado del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela. “Estoy en total desacuerdo. El tema no fue debatido en esta asamblea. Y estaríamos en desacuerdo en que se solicitara ayuda humanitaria para mi país, porque es un tema que la derecha ha llevado a los Estados Unidos con la finalidad de que a través de la ayuda humanitaria haya intromisión directa de fuerzas armadas estadounidenses”, explica Vivas a DW.
“Es la derecha nacional e internacional la que ha fomentado el ocultamiento de alimentos de primera necesidad y de medicinas para desestabilizar y afectar a nuestro pueblo”, afirma Vivas.
¿Irreconciliables? Efectivamente, el asunto no es tan simple. Una ayuda humanitaria europea, de emergencia, se aplica en respuesta a la demanda de los países afectados, cuyas economías los marquen como países en desarrollo. Venezuela es un caso límite. Sin embargo, al respecto se pronunció hace una semana Federica Mogherini, la Alta Representante para la Política Exterior Europea, abriendo la puerta a las acciones de asistencia de la UE.
“Es triste tener que pedirla, pero la situación real es que la necesitamos”, opina Páez. A este respecto, teniendo en cuenta que el gobierno venezolano, al parecer es de otra opinión, Medina explica: “La ley que aprobamos en la Asamblea Nacional buscaba que no fuese una potestad exclusiva del gobierno el determinar si venía o no cooperación”, dice Medina.
Por su parte, Vivas concluye: “El gobierno revolucionario junto con el pueblo, los comerciantes, los industriales está actuando aceleradamente para garantizar el abastecimiento tanto de alimentos y medicinas en mi país. Si nosotros necesitásemos asistencia no habríamos brindado ayuda humanitaria a Ecuador”.